...Y Simeone aplaudió a Messi
El argentino jugó su último gran partido fuera del Camp Nou en el Wanda (0-1) el día antes de recoger su sexto Balón de Oro. Desde entonces no ha marcado ningún gol decisivo de visitante.
Otra vez, todos los ojos pendientes de Messi. Y otra vez, cuando el equipo parecía en calma después del parón de selecciones, en medio de la tormenta y en un partido en el que el Barça se juega media Liga en el Wanda. Allí, en el Metropolitano, Messi firmó su última exhibición con la camiseta del Barça lejos del Camp Nou. Fue el 1 de diciembre de 2019 en un día realmente especial. Después de jugar un partidazo en el que se agigantó en la segunda parte, el argentino lo ganó sobre la hora con una conducción mágica que coronó, después de apoyarse en un gran toque de Suárez, con un remate milimétrico, preciso, inalcanzable para Oblak. Messi lo celebró a lo grande, golpeándose una y otra vez el escudo. Un gol simbólico, porque sólo un día después iba a recibir en París el Balón de Oro que le convertía en el mejor jugador del mundo por sexta vez.
Pero de aquella noche no sólo quedó la imagen de Messi. También la de Simeone, a quien se lo llevaban los demonios porque nadie había sido capaz de parar la transición del Barça. Al Cholo no le quedó más remedio que aplaudir la jugada de su compatriota. Un detalle de buen deportista y señor que cerró, además, aquel extraño episodio del audio filtrado sin permiso de Simeone que corrió como la pólvora en el Mundial de Rusia en el que el Cholo cuestionaba en parte la importancia de Messi en la selección. "(...) Tenemos que darnos cuenta de que Messi es muy bueno, pero está claro que es muy bueno porque está acompañado de extraordinarios jugadores. Entonces la pregunta que yo hago es: si tuvieras que elegir entre Messi y Ronaldo, para un equipo normal, ¿a quién elegirías?".
Aquel Messi del 0-1 fue el último Messi decisivo fuera de casa en el Barça. Desde entonces, el crack ha tenido alguna noche esporádica buena en el Camp Nou (Nápoles en Champions, por ejemplo), pero no ha vuelto a hacer un gol decisivo en ningún partido lejos de Barcelona. Y de eso ha pasado casi un año. Demasiado tiempo para un jugador acostumbrado a marcar la diferencia. No obstante, Messi llega encendido a Madrid. Desde lo negativo, por las declaraciones del ex agente de Griezmann, por el celo que ha mostrado en él Hacienda; pero en lo positivo, por el excelente nivel futbolístico que demostró en Perú. Hacía tiempo que no se veía un Messi tan cómodo con Argentina. Participativo, con continuidad y con la única pega del gol. Puede llevar un año sin hacer nada lejos del Camp Nou, pero de la chistera de Messi siempre puede salir cualquier cosa, bien lo sabe Simeone.