El secreto de Jovic
Su padre desvela el motivo por el que su hijo es en la actualidad un gran cabeceador a pesar de que no es excesivamente alto (1,82m.).
Luka Jovic se ha reencontrado con su mejor versión en el parón de selecciones. Regresa al Madrid después de haber marcado tres goles y de haber repartido una asistencia en los tres encuentros que ha disputado con Serbia durante estos días.
Esos tres tantos tienen un denominador común: han sido con la cabeza. Y es que los testarazos son una de las grandes virtudes de Jovic, algo que sorprende al ver su tarjeta de presentación: mide 1,82m. Es decir, la altura no es su punto fuerte como ‘nueve’, aunque es algo que compensa con su potencia física y con una capacidad para el salto que le permite compensar la falta de centímetros que tiene con respecto a algunos defensas centrales.
Milan Jovic, su padre, desveló en Objektiv el secreto. En su infancia, el barro provocaba que Luka tuviera que perfeccionar sus golpeos con la cabeza. “Yo levantaba la pelota por él y la golpeaba con la cabeza indefinidamente. Dos veces incluso hizo tijeretas en el cemento, después de lo cual tuve que rogarle que no lo hiciera más. Dios no quiera que se golpeara en la cabeza o algo así”, cuenta su padre.
Una anécdota que deja al descubierto los orígenes de una de las grandes virtudes de Jovic, el remate de cabeza. Una cualidad que le ha permitido marcar más goles en apenas una semana con Serbia (tres) que en toda su etapa en el Real Madrid (dos). Una estadística que el delantero espera empezar a cambiar desde este mismo fin de semana contra el Villarreal, partido al que Benzema llegará entre algodones. Con 22 años, en el club confían en que está a tiempo de revertir su situación. Zidane, que siempre ha demostrado su capacidad para enchufar a jugadores que parecían desconectados, le dará oportunidades para que así sea…