La reválida de Odegaard
El noruego será fundamental para Zidane en estos partidos. Empezó con mal pie la temporada y tiene ganas de demostrar su verdadero nivel.
Martin Odegaard (21 años) afronta un momento decisivo para él en esta temporada. El regreso del noruego generó muchas expectativas entre los aficionados madridistas, porque es el único refuerzo del club en un verano sin fichajes. Su gran temporada como cedido en la Real Sociedad en la 2019-20 le sirvió para regresar a las órdenes de Zidane, que pidió que no se alargarla un año más su préstamo en San Sebastián a pesar de que era el plan inicial.
El entrenador francés le dijo que le quería para ser importante y cumplió su palabra desde el primer momento: fue titular en los dos primeros partidos de Liga. Dos salidas difíciles (Real Sociedad y Betis) en las que Zizou apostó por Odegaard. Sin embargo, el rendimiento estuvo por debajo de lo esperado. Ante la Real fue sustituido en el 69’ y frente al Betis el técnico prescindió de él en el descanso. Después de ese segundo encuentro perdió peso en el equipo: no jugó nada contra el Valladolid y sólo disputó un minuto frente al Levante. Más tarde llegó el parón de selecciones, donde acumuló muchos minutos en tres partidos en seis días con Noruega y, al regresar, sufrió una lesión en el sóleo en el entrenamiento previo al partido ante el Cádiz.
Odegaard se tomó esta lesión como una oportunidad para resetear y volver a empezar de cero. En el inicio se acumularon demasiados factores que no le permitieron estar a su mejor nivel. Llegó después de un final de temporada cargado de problemas físicos en la Real, los tuvo también en la pretemporada con el Madrid y a eso se sumó el periodo de adaptación siempre necesario para adaptarse a los nuevos compañeros.
Por eso, ahora el noruego se siente mucho más preparado. Este parón de selecciones le ha servido para perfilar su puesta a punto, puesto que un positivo en su selección provocó que se suspendieran los partidos previstos. Tras disputar 26 minutos contra el Valencia, su participación en estos encuentros se antoja fundamental después de la ausencia por lesión de Valverde. Debe dar un paso al frente y se siente preparado para ello.
Mientras, en el club la confianza en él es plena. Tanto por parte de Zidane como de los dirigentes. Se han encontrado a un jugador mucho más maduro en lo personal y con una evolución espectacular tanto en lo físico como en lo mental sobre el campo. Los tres años de cesión (dos en Holanda y uno en la Real) le han servido para dar el salto definitivo. Y en el Madrid están convencidos de que su aportación será decisiva en la actual temporada…