Martí y el reto de suplir al mejor ‘ladrón’ de Segunda en Málaga
Rubén Pérez, sancionado, es el jugador que más balones roba en la categoría (109) y el único que ha pasado del centenar. Pardo y Perea se perfilan en el doble pivote.
El próximo sábado ante el Málaga (La Rosaleda, 14:00), José Luis Martí no podrá contar con el ‘ladrón’ de Segunda División. Rubén Pérez, sancionado por haber visto contra el Alcorcón la quinta amarilla del campeonato, es el futbolista de la categoría que más robos suma del todo el campeonato (109) y el único que ha pasado del centenar de robos. Dani Vivian del Mirandés (93 robos) y Pablo Larrea (Ponferradina) completan el podio. Guarismos que desvelan el rol relevante de Rubén Pérez en el Leganés y que, de paso, le traen recuerdos de tiempos recientes.
Porque en la primera temporada del Leganés en Primera, en la campaña 2016-2017, Rubén Pérez fue durante buena parte del campeonato, también el mejor ‘ladrón’ de la temporada. Sus números luego bajaron y, ahora de nuevo, aunque sea en otra categoría, el de Écija remota la buena costumbre de destacar en una de sus virtudes.
Alternativas al doble pivote
Sustituirle en Málaga, por lo tanto, será tarea complicada, aunque Martí puede tenerlo fácil por puro descarte. Para asaltar a los andaluces, el entrenador pepinero cuenta con tres medio centros natos: Rubén Pardo, Perea y Gaku. El primero apunta a titular precisamente por que su juego se parece al del propio Rubén Pérez y porque ante el Alcorcón cuajó uno de sus mejores encuentros del curso.
A su lado podría acompañarle un Perea al que el propio Martí piropeó pese a que no lo usó de inicio frente a sus ex el domingo pasado. “Estoy súper orgullos del papel que ha tenido en el tiempo que ha jugado”, dijo entonces el entrenador mallorquín. Si a ello se le une que Gaku Shibasaki llega después de haber jugado con su selección y que el cansancio podría hacer mella en él, parece más o menos claro que la dupla Pardo-Perea inicia con ventaja para iniciar en el Barrio de Martiricos.
El plan B pasaría por reformar a jugadores habituados a otros puestos en esa posición, alternativa que señala a Eraso, pero que parece poco probable. Desde el arranque de curso no se ha visto al navarro ocupar el espacio del doble pivote. Su presencia es más un recurso de emergencia, que una realidad reiterada.