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ESPANYOL

Javi Márquez, la gran zurda de Sant Adrià, se retira a los 34 años

El canterano, que en los últimos tres años apenas jugó en el Nàstic por las lesiones, anuncia su adiós: "Al Espanyol le estaré eternamente agradecido".

Javi Márquez.
JOSEP LAGO

El 19 de septiembre de 2009 Javi Márquez cumplió en Riazor el sueño de su vida. Esa tarde, en la que el Espanyol de Mauricio Pochettino logró su primer triunfo del campeonato ante el Deportivo (2-3), supuso el bautizo del canterano en Primera. Había picado mucha piedra. La oportunidad le llegó con 23 años, después de cinco temporadas consolidado en el filial, viendo como otros compañeros le pasan por delante. Pero la zurda de Márquez no pasó desapercibida para Pochettino. Once años después de aquello, el centrocampista ha anunciado su retirada.

"Llegó el día que nunca hubiera deseado. Me retiro del fútbol profesional (...) Jamás imaginé ser tan feliz, cumplí sueños. También viví malos momentos, pero los afronté con optimismo", inició su escrito el de Badalona. Después de aquel debut, Márquez jugó 15 partidos ese curso y se convirtió, junto a Raúl Baena, en la pareja de centrocampistas del mejor Espanyol de Pochettino, el de la temporada 2010-11, cuando lograron encadenar hasta siete partidos ganados en el RCDE Stadium, con un tanto de videoteca del catalán ante el Málaga (1-0).

Después de agradecer a su familia y a todos los clubes por los que ha pasado, incluida la Gramenet, Márquez se centró en el Espanyol. "Allí me formaron como persona y tuve la oportunidad de ser profesional. Les estaré eternamente agradecidos. Los compañeros que tuve me ayudaron a dar lo mejor de mí", explica. Pero, curiosamente, después de aquella campaña 2010-11, Márquez empezó a no contar para Pochettino, quien le había dado la oportunidad dos años antes. La relación y se renovación se enturbiaron y apenas disputó ocho partidos ese curso.

Tras el Espanyol, siguió su carrera en Primera en Mallorca, Elche y Granada, hasta que en la campaña 2017-18 aterrizó en Tarragona y vivió una experiencia en el New York Cosmos. Para los aficionados habituales a los partidos del filial en Sant Adrià en la pasada década, Márquez fue aquellos de sus jugadores fetiches, con una zurda que lucía en mediocampo. Y luego lo vieron, aunque fuera de manera efímera, triunfar en Primera con el equipo perico.