Las tareas que tiene Gracia en 'tiempos de paz' en el vestuario
La salida de Geoffrey Kondogbia al Atlético y la goleada al Real Madrid han llevado la paz a un vestuario que ve un punto de inflexión.
Una vez cumplió 100 días como entrenador del Valencia, a Javi Gracia las cosas parece que empiezan sonreírle. Por un lado, lo que podría parecer una mala noticia, la salida de Kondogbia, ha tranquilizado a un vestuario que llevaba varias semanas inquieto con la presencia del centroafricano en las instalaciones de Paterna, pese a estar claro que su intención era marcharse. Este hecho se unió al gran partido que el equipo cuajó en todas sus facetas contra el Real Madrid que le supusieron golear al campeón de Liga (4-1) en Mestalla. Estas circunstancias han traído al Valencia tiempos de paz, algo inédito tras unos meses convulsos, sin fichajes y con la dimisión de Javi Gracia no aceptada por la propiedad. Por eso, es ahora cuando Javi Gracia tiene unas tareas pendientes que realizar, unas tareas que ya realizaron algunos de sus antecesores. Gracia tiene espejos en los que mirarse.
Recuperar la fiabilidad defensiva (Marcelino)
El Valencia ha recibido esta temporada 14 goles en nueve partidos. Su media es de 1,55 goles encajados por partido y sólo ha dejado su puerta a cero una vez en las nueve jornadas disputadas. Contra el Real Madrid, en el último partido, encajó un gol pero en los cuatro anteriores había recibido dos goles. Es obvio que debe recuperar la fiabilidad defensiva que, por ejemplo, el Valencia tenía asegurada con Marcelino. Tras la marcha de Kondogbia, Gracia tiene que trabajar un engranaje defensivo que le permita seguir escalando puestos en la tabla. Con el asturiano, el equipo jugaba con un 4-4-2 habitualmente, igual que Gracia, pero tenía jugadores en el centro del campo, con claro carácter defensivo, como Coquelin y Kondogbia. Garay era el jefe en la defensa. No obstante, el equipo estaba entrenado para mantener la fiabilidad defensiva y, a partir de ahí, crear juego. Con Marcelino se alcanzó la Champions, en dos ocasiones, y se levantó la Copa del Rey.
Dotar al equipo de carácter ganador (Nuno)
El Valencia ha ganado tres partidos (Levante, Real Sociedad y Real Madrid) en nueve encuentros de Liga. Las victorias llegaron con mucha distancia, en las jornadas 1, 4 y 9. El equipo está en el puesto noveno de la tabla, tras ganar en los tres partidos con diversas circunstancias. El triunfo ante el Real Madrid podría ser un punto de inflexión y ahora que parece que los problemas van desapareciendo, Gracia debe inculcar al equipo un carácter ganador, tal y como tenía el equipo de Nuno, al menos en el primero de sus años, un equipo que acabó clasificándose para la Champions. El triunfo ante el Real Madrid puede servirle a Gracia como ejemplo claro de lo que debe llegar a ser el equipo. Pese a ser un equipo joven, el equipo debe adquirir un gen ganador que le lleve a poder competir todos los partidos, algo que este año ha hecho sólo en contadas ocasiones.
Levantar a un equipo que iba en caída libre (Pizzi)
El triunfo ante el Madrid, unido al empate ante el Getafe, también debe servir de acicate a un equipo que, tras el partido de Elche, parecía que iba en caída libre. Tras la derrota del Martínez Valero, el Valencia encadenó tres derrotas seguidas, en Liga. La paz actual y la goleada ante los blancos podrá ser el inicio para que Gracia levante a un equipo que estaba hundido. Algo así tuvo que hacer Juan Antonio Pizzi cuando llegó al Valencia, en 2014. Aquel Valencia estaba en caída libre, acumulaba nueve derrotas y en los últimos cinco encuentros antes de su llegada sólo se había conseguido un triunfo. Con el argentino, se le dio la vuelta a la dinámica y el equipo remontó en la tabla aunque no le dio para meterse en Europa. Eso sí, en Europa League mostró su mejor versión, con una remontada histórica al Basilea, quedándose a sólo un gol (el que marcó Mbia en el último segundo de la semifinal) de la final de Turín.
Adaptarse a un equipo en el que predominan las ventas (Unai Emery)
El Valencia ha sufrido este año siete bajas de jugadores destacados (Rodrigo, Ferran, Parejo, Coquelin, Kondogbia, Piccini y Garay) y no ha entrado en la plantilla más que algún jugador cedido (Jason y Alex Blanco) y jóvenes que han promocionado desde el segundo equipo (Guillamón, Esquerdo o Yunus Musah). Gracia se sintió engañado pero lleva ya semanas concienciado de que con estos mimbres tiene que hacer un conjunto sólido. Salvando las distancias, porque Emery siempre le llegaban sustitutos, Gracia tiene como ejemplo la etapa del técnico de Hondarribia, cuando se vendía cada año a los mejores jugadores. Villa, Mata o Silva salieron del equipo año tras año pero con Emery el equipo acabó en la tercera plaza en varias temporadas seguidas.