La Federación Egipcia de Fútbol anunció oficialmente que Mohammed Salah, jugador del Liverpool, había dado positivo en coronavirus, y que por tanto no estaría disponible para los dos próximos partidos frente a Togo. El jugador, que se había concentrado con su selección para los partidos de clasificación para la Copa África de 2021, se había contagiado, a la espera de nuevas pruebas el sábado, como dicta el protocolo previo a los partidos. Igualmente, se informaba de que el jugador no tenía síntomas y que se le aislaría por un periodo de diez días.

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Pero apenas una hora después, la Federación retiró ese comunicado y sustituyó por otro en el que solamente explicó que hay tres jugadores, sin citar nombres, que han dado positivo en las pruebas. Ni rastro del nombre de Salah. El Liverpool tampoco expresó públicamente al respecto. Tiempo después, Egipto ha vuelto a confirmar que Salah es uno de los tres positivos, tras someter al jugador red a un segundo test, que también habría confirmado que está contagiado. Egipto necesitaba desesperadamente a Salah para conseguir pasar un grupo en el que están por detrás de Comoras y Kenia.

El Liverpool tampoco verá con muy buenos ojos su ausencia pues las lesiones se están cebando con el equipo de Klopp, pero, en este caso, puede suponer una oportunidad para que Diogo Jota vaya asentándose poco a poco en el equipo titular sin tener que dejar a Firmino en el banquillo. Además, Alan Browne, centrocampista irlandés del Preston, la segunda inglesa, ha dado positivo también, después de que su selección jugara en Wembley contra Inglaterra.

Polémica por la boda de su hermano

Salah aprovechó el viaje a Egipto para acudir a la boda de su hermano en El Cairo. Tras conocerse su positivo por COVID-19, han salido a la palestra imágenes del delantero bailando, sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad, durante los festejos de la celebración.