"Tengo que marcar más goles"
El noruego disfrutó de varias ocasiones pero el Bayern le mantuvo incómodo. Hizo el 3-2 pero es consciente de que tuvo la victoria en sus pies y no la logró.
Erling Haaland marcó en la derrota por 2-3 en El Clásico alemán entre el Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich. Para el noruego fue su tercer partido y su tercera derrota ante los muniqueses y ya ni los goles calman al depredador, consciente de que la victoria estuvo en sus pies. "Tengo que marcar más goles. A este nivel, si no marcamos las ocasiones que generamos no podremos ganar. El Bayern es el mejor equipo del mundo y tenemos que sacar algo de estos partidos. Tienes que trabajar más duro para dar un paso más y ser tan bueno como ellos", aseguró tras el partido. Una derrota de los amarillos que amargó una vez más al punta de Leeds y que desvela su 'ansiedad' bienentendida para seguir marcando y marcando.
Con solo 20 años, el ariete lleva tantos goles como Ronaldo Nazario en la Liga de Campeones, los récords de precocidad se le caen y es más fácil contar los días que no anota que los que si que lo hace pero, Haaland no se pone límites. Quiere más y puede más pero le queda trabajo por hacer. Ante el Bayern, Hansi Flick y su zaga supieron ver y aprovechar uno de los puntos débiles del 'cyborg'.
El conjunto bávaro obligó al los del Rühr a jugar más atrás de lo que les gusta y, durante buena parte del partido, Haaland tuvo que arrancar a mucha distancia de la portería rival. Cuando el punta entraba en su área lo hacía en carrera, con cierto descontrol y en posiciones difíciles. En la primera parte, el perfil izquierdo fue su zona de peligro pero nunca acabó de resolver correctamente. Hasta en dos ocasiones se quedó en un mano a mano contra Neuer entrando desde la izquierda y no acertó en ninguna. En una buscó el segundo palo pero salió lejos. En otra, trató de fusilar al corto estrellando el balón contra la red. Su cabreo era palpable.
Más tarde, Sancho le encontró tras desmarcarse y también se equivocó en la decisión con un tiro o centro, solo él lo sabe, que se fue lejos de la meta del portero de los bávaros. Malos tiros que se resolvieron en los compases finales con un gol que no fue suficiente. Bajó un balón y trastabillado pero a toda velocidad, sentó a Neuer e hizo el 2-3 a placer. Su segundo gol al Bayern pero se sigue resistiendo la victoria.
Un gol que le supo a poco. El delantero del 2000, con 76 tantos ya como profesional, no se conforma. Quiere más y siente la ansiedad del depredador que busca caza mayor. Su primer objetivo es el Bayern, que este sábado se le escapó vivo. Luego, parece que cambiará su destino...