Eibar - Real Madrid: Asllani acerca al Madrid a Europa
La sueca marcó un doblete para ser pichichi de la Liga. El Madrid sufrió y encontró la luz por medio de dos penaltis. También marcaron Cardona y Thembi.
Asllani se viste de heroína y da al Real Madrid licencia para soñar con la Champions. La delantera sueca, pichichi de la Primera Iberdrola con seis dianas, rescató al cuadro blanco con dos penaltis convertidos con eficacia en un partido que había arrancado con gran sufrimiento para su equipo. Thembi puso emoción con un golazo poco después y recortó distancias para el conjunto armero, pero Marta Cardona acabó con las dudas, atando un tercer triunfo consecutivo que da aire a las madridistas. Así, el Madrid suma una victoria de gran mérito en la que supo aprovechar las oportunidades (dos penaltis por mano) para combatir a un Eibar muy competitivo.
La primera mitad de partido estuvo muy disputada, con un Eibar que arrancó con un punto más de dominio que las blancas. El equipo madridista se atascó en su habitual juego de toque y no mostró la soltura de los últimos encuentros. Más que desmérito de las de Aznar fue una buena estrategia del conjunto armero, que llevó al partido a su terreno con una presión alta y muy intensa. Y es que la solidez defensiva que presentaron las locales frenó de manera eficaz la ofensiva madrileña, en la que destacó por su banda zurda Olga Carmona.
La sevillana fue la gran destacada de la primera parte en el equipo visitante, protagonizando las opciones de mayor peligro. Del costado zurdo del Real Madrid al diestro del Eibar, en el que Arola Aparicio fue otra de la más determinante, con registros de calidad para liderar el ataque de su equipo. Los minutos se fueron consumiendo y el descanso llegó sin goles, con un Eibar que parecía estar ejecutando su plan establecido al dedillo. Sólo faltó el gol para las armeras, con mérito de Misa, que actuó con determinación y seguridad en varias intervenciones. Mientras, el Madrid se mostró titubeante, con dudas e imprecisiones y con muchos errores por pulir en el vestuario.
Dos manos de Esti y Ruth condenaron al Eibar
El guión cambió de manera radical nada más reanudarse el encuentro. Una mano de Esti en el área en una de las primeras jugadas de la segunda parte provocó un penalti a favor del Real Madrid. No falló Asllani desde los once metros, dando a su equipo una gran dosis de tranquilidad. Las blancas, en las que se dio entrada a Marta Cardona por Jessica Martínez en busca de más mordida por el costado diestro, encontraron la confianza en su juego.
Con calma empezó a mover el balón el Real Madrid ante un Eibar en el que el gol había caído como un jarro de agua fría. La frustración se denotó en las continuas internadas blancas en el área armera, donde minutos después otra mano condenó de nuevo a las locales. Esta vez fue Ruth Álvarez la que cometió la pena máxima. En el cuadro madridista no cambió la ejecutora del penalti, con una Asllani que sigue ampliando su registro goleador en el Madrid tras engañar con acierto a Malena.
La sueca cambió la dirección del balón, del lado zurdo por donde había colado el primer disparo al diestro, por donde puso el 0-2 para ser más pichichi del conjunto blanco y de la Primera Iberdrola, en la que lidera la lista de goleadoras en solitario con seis tantos. El segundo gol del Real Madrid hizo despertar la furia calmada del Eibar, que recuperó su presión alta. Las locales volvieron a ponerse el cuchillo entre los dientes y encontraron su premio en forma de golazo por medio de Thembi. La máxima goleadora armera y ex del Benfica salió del banquillo para poner picante al encuentro y puso el 1-2 con una gran definición por toda la escuadra tras asistencia de Queralt.
La emoción estaba servida con la distancia por la mínima en el marcador y una ida y vuelta continua en las áreas de ambos equipos. Pero, el premio fue del Real Madrid, mejor plantado que el Eibar en el tramo final. Marta Cardona reivindicó su puesto de titular anotando el tercero tras rechace de Malena a un disparo de Olga Carmona. La diana de la de Zaragoza puso el broche de oro al encuentro, en el que el cuadro madridista se mostró muy serio.