Otro cambio de criterio en Cantabria: vuelve el público a los estadios
Puerta cerrada, mil espectadores, 30% del aforo, 20%, otra vez puerta cerrada y desde hoy, de nuevo, un máximo de 33% de aforo, pero con límite de mil
La pandemia es, sin duda, impredecible. El criterio del Gobierno de Cantabria respecto a la asistencia de público a los recintos deportivos lo es casi en igual medida. Esta tarde, apenas una semana después de cerrar las puertas de estadios y pabellones (verbalmente, porque nunca llegó a publicar la orden en el Boletín Oficial de Cantabria), el ejecutivo cántabro ha publicado una resolución con las nuevas normas a aplicar en la región en todos los aspectos de la vida social en la que sorprende volviendo a permitir la presencia de espectadores al menos en los estadios al aire libre. Concretamente, se podrán ocupar el 33% de los asientos, con uno libre por lo menos respecto a los espectadores más cercanos, con un máximo de 1000. El Club Deportivo Laredo, que ya contaba con jugar a puerta cerrada frente al Real Unión (Domingo, 18:00), podrá meter en San Lorenzo 478 aficionados, el 33% de los 1450 asientos que tiene San Lorenzo.
El Racing, que tenía distribuidas entre sus abonados más de 3000 localidades hace una semana ya que con la normativa en la mano podía meter 4444 espectadores en El Sardinero, tuvo que jugar a puerta cerrada el domingo pasado contra el Alavés B siguiendo las instrucciones del director general de Deportes de Cantabria, Mario Iglesias. También los clubes de Tercera, en bloque, decidieron paralizar la competición hasta que no pudiera volver el público a sus respectivos estadios. Ahora, al ver que lo que ha publicado el BOC no es lo que se les anunció la semana pasada, es probable que reconsideren la situación.
Se da la circunstancia que en apenas cuatro meses, el criterio a aplicar en El Sardinero, el estadio más grande de la región, ha cambiado cinco veces: ha pasado de tener que jugar el Racing a puerta cerrada en la reanudación de LaLiga en julio, con mil espectadores en los amistosos del verano, con el 30% del aforo, 6666 espectadores, en el arranque liguero contra el Portugalete, con el 20%, 4444, en una rebaja posterior, que se publicó en el BOC pero que no llegó a llevarse a la práctica, de nuevo a puerta cerrada ante el Alavés B y ahora, por el momento, otra vez regresa al escenario mil aficionados en las gradas.
Menos suerte que los equipos de fútbol, rugby o hockey sobre hierba, que podrán estar acompañados de parte de su afición, tienen los equipos que compiten bajo techo, que seguirán teniendo que disputar sus partidos a puerta cerrada. Esto afectará al Sinfín de Liga Asobal, al Uneatlántico Pereda de la Liga Guerreras Iberdrola de balonmano, al Textil Santanderina de la Superliga de voley, al Balonmano Torrelavega de División de Honor Plata de balonmano y al Alega Cantabria de la Liga LEB de baloncesto.
La resolución publicada hoy por el Gobierno de Cantabria presenta otras peculiaridades difícilmente entendibles por los clubes deportivos: si el Laredo, en vez de un partido de fútbol organizara en San Lorenzo un concierto o una capea podría subir del 30% al 50% del aforo y vender 250 entradas más. Y si en el Pabellón de La Albericia el Sinfín en vez de disputar partidos de balonmano montara una sesión de teatro, circo o cine podría vender hasta 300 entradas.