La dictadura de Capa
El lateral derecho portugalujo es casi insustituible para Garitano, jugando los siete partidos de titular y solo cediendo 34 minutos a De Marcos en Granada y 4 a Lekue ante el Cádiz.
Ander Capa es un seguro de vida por mucho que tuviese un desliz ante Osasuna en El Sadar en un penalti forzado a Barja en el piquito del área y por el que se disculpó, aunque no fuera necesario. El bravo lateral diestro portugalujo es titular indiscutible para Gaizka Garitano, ya bajo su batuta ascendió desde la Segunda B a la Primera División.
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Este curso lo ha jugado todo de saque y solo cedió 34 minutos a De Marcos en el partido inaugural de Los Cármenes, que había arrancado de extremo y retrasó su posición ante el cambio de Capa por Unai López, y frente al Cádiz en la tercera jornada saliendo del verde de San Mamés en el minuto 86, dejando su plaza a Lekue. Desde ese momento, ha desfilado los 90 minutos con Alavés, Levante, Osasuna y Sevilla. Incombustible al desaliento, Capa es un portento físico que aguanta el tirón sin desfallecer. Ante el Real Valladolid saltará de nuevo en el cuarteto tipo de Garitano.
Curiosamente, delante, en el extremo derecho, han desfilado unos cuantos compañeros de viaje como el propio De Marcos, ahora purgando una lesión de tobillo en Lezama, Williams, Muniain, Berenguer o Raúl García, al estar Ibai Gómez en barbecho por culpa de la clavícula. En su puesto de 2 nadie le tose, y Capa sigue pisando fuerte, intentando encontrar su mejor versión, la que ofreció el curso pasado siendo uno de los hombres que más descolló del equipo y de los más destacados 2 de la Liga. De hecho, en su día, el Barça ya le quiso fichar media temporada desde el Eibar, pero su destino de retornaba al Athletic, desde donde brotó antes de pasar por el Danok y consagrarse en el Eibar.
