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INTERNACIONAL

Adu, el niño maravilla de USA, se rehabilita en la tercera sueca

El club francés comunicó, al conocerse la baja de Neymar, que no estaría disponible hasta después del próximo parón internacional, pero Brasil le mantiene en la convocatoria.

Freddy Adu.
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En abril de 2004, a la edad de solamente 14 años, Freddy Adu se convertía en el jugador más joven de la historia en marcar un gol como profesional en la MLS estadounidense. A partir de ahí, una escalada de expectativas del niño prodigio del fútbol norteamericano, inflado por una campaña publicitaria detrás en un país muy dado a ellas, para dar lanzamiento a una carrera que se quedó en menos de la mitad de lo que se esperaba y que ahora da coletazos en lugares insospechados. 

Hace unos días, el Osterlen FF, de sopetón anunciaba la incorporación de Adu, ya con 31 años, después de que el último destino conocido del atacante fuera Las Vegas Lights FC, un equipo de segunda fila de las ligas estadounidenses. La estrella de Adu hacía tiempo que se había apagado ya. Quizá, la cesión de 2009 en el Mónaco fue su último intento. Después una caída libre por países como Portugal, Grecia, Turquía, Brasil, Finlandia y vuelta a los Estados Unidos. Adu pasó de hacer anuncios con Pelé a ir deambulando. Al reclamo de su fama y de un buen Mundial Sub-20 con Estados Unidos, Benfica lo firmó en 2007, pero nunca llegó a alcanzar un rendimiento digno de elogio, ni con clubes ni con su selección

SL Benfica's Freddy Adu of the United States celebrates after scoring 2-1 against Maritimo during their Portuguese liga football match at Luz Stadium, in Lisbon 28 October 2007. AFP PHOTO / FRANCISCO LEONG
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SL Benfica's Freddy Adu of the United States celebrates after scoring 2-1 against Maritimo during their Portuguese liga football match at Luz Stadium, in Lisbon 28 October 2007. AFP PHOTO / FRANCISCO LEONGFRANCISCO LEONGAFP

Ahora afronta la recta final de su carrera, con 31 años, busca rehabilitarse futbolísticamente en Suecia, en la tercera división. El niño prodigio americano había tirado ya prácticamente la toalla. Después de abandonar el equipo de Las Vegas, se había centrado en ayudar a jóvenes talentos en Maryland. "El estar cerca de estos niños todos los días y ver la luz en sus ojos honestamente me devolvió mi amor y mi hambre por el deporte y estoy muy emocionado de tener esa oportunidad nuevamente", ha afirmado el jugador quien reconoce que en su formación se saltó "varios pasos" algo que le perjudicó y que él ha tratado de trabajar con los más jóvenes. Ahora intenta apurar sus últimos años en activo en un equipo que fue el campeón de la Division 2 la última temporada, ascendiendo a la Division 1, el tercer escalón del fútbol profesional sueco.