Tres puntos de madurez

Objetivo conseguido. Nadie dijo que clasificarse para los octavos de final de la Champions es fácil, pero el Ajax no esperaba todo lo que le sucedió ayer contra el rival más asequible del grupo. Los de Ten Hag tenían que salvar esta cita y lo lograron, aunque no fuese de la forma más glamurosa posible.

Finalmente todos los que dieron positivo el fin de semana y que no entraron en la convocatoria pudieron viajar y jugar tras su negativo del lunes. Por tanto, Onana, Gravenberch y Tadic salieron de inicio. No así Klaassen, quien no había podido preparar del todo bien el partido. Pero Ten Hag recurrió a su veteranía cuando, en el descanso, se dio cuenta de que este no era un partido de niños.

Antony, quien ya brilla con luz propia, marcó en el primer minuto de partido. El Ajax volaba en este primer cuarto de hora y una cesión ridícula de Paulinho permitió a Tadic marcar desde la frontal del área pequeña. El partido parecía encarrilado hasta el gol de Dreyer, quien la colocó a la escuadra. El Midtjylland se vino arriba y el Ajax empezó a rezar.

Comenzada la guerra, ambos conjuntos atacaban sin parar. El Ajax con el dominio del balón y el Midtjylland con el de las ocasiones, Onana se convirtió en el héroe del partido y el VAR en el enemigo ajacied cuando le anuló el doblete a Antony por un fuera de juego milimétrico.

Los últimos diez minutos finales fueron un agobio para el Ten Hag. El Midtjylland no paraba de exigir a Onana, Klaassen y Tadic intentaban perder tiempo y Klaiber casi comete penalti en el descuento. Pero el árbitro pitó el final y la celebración final con Reiziger y Poulsen demostró lo importante que eran los tres puntos para él.