El Leicester puede con el Leeds de Bielsa y se permite soñar

Es imposible que el Leicester gane la Premier League. No solo no tiene la calidad en la plantilla de los verdaderos aspirantes al título, sino que además tiene entre medias una competición como la Europa League, con el desgaste que supone. Nada. Olvídalo. Eso si, de todas formas, se recomienda no decirlo muy alto. Hubo un tiempo (no hace mucho) en el que un sueño mucho más irreal acabó cumpliéndose. En el que un grupo de jugadores, con menos calidad pero igual de competitivos, alzaron al modesto club inglés a lo más alto.

El Leicester que ha derrotado hoy al Leeds por 1-4 en Elland Road rezuma ilusión. Brendan Rodgers ha ideado un plan que ha calado en sus futbolistas. Un plan que le permite colocarse segundo en le Premier League solo por detrás del Liverpool. Además, lo hace sumando la misma cantidad de puntos que llevaba en aquella inolvidable temporada hace ya cinco años. Una cifra que deja una pregunta en el aire: ¿por qué no?

Y el líder espiritual, como no podía ser de otra manera, vuelve a ser Jamie Vardy. El inglés lleva tanto tiempo siendo uno de los mejores delanteros de Inglaterra y habrá que empezar a plantearse la importancia histórica que tiene en el fútbol de su país. Hoy les preparó a los centrales del Leeds una noche de Halloween personalizada, con movimientos indescifrables que provocaron el pánico durante gran parte del partido. Marcó y ya lleva siete goles en lo que llevamos de temporada. También asistió en el gol de Barnes que sirvió para abrir el marcador y fue protagonista en el 0-2 de Tielemans.

Del Leeds de Marcelo Bielsa se puede decir que lo intentó, pero le lastró la irregularidad. En la primera parte recordó a la Argentina del Mundial de Corea y Japón, con errores constantes y sin profundidad ofensiva a pesar de llegar con muchos hombres en ataque. En la segunda parte salió como el Athletic de Bilbao subcampeón de la Europa League, mordiendo y asediando la portería de Schmeichel. Sin embargo, su tramo final de partido recordó a aquel Olympique de Marsella de 2015, porque apuntaba alto pero acabó dejando frío a todos.

El partido se acabó con el 1-3 de Vardy, aunque Tielemans aprovechó un penalti para hacer un doblete y aumentar la ventaja. Todo redondeado por un trabajo defensivo excelso. Difícil sacarle peros a este Leicester. Ahora, solo queda seguir soñando.