Fran Fernández respira al sacar un punto del Fernando Torres
Partido muy igualado y duro el que enfrentó a fuenlabreños y tinerfeños. Las interrumpciones estuvieron por encima del fútbol.
Empate duro e igualado el que se vio en el Fernando Torres. La primera parte, con ligero color azulón, tuvo el papel protagonista para las interrumpciones, mientras que el segundo tiempo estuvo marcado por el gol del Tenerife que revitalizó a los suyos.
Volvió a empezar con defensa de cinco el duelo, un Fuenlabrada que puso en los muchos centímetros que tenía sobre el cesped su principal baza para llevarse el partido. En frente, el Tenerife, que buscó la espalda de la zaga azulona con balones largos a Apeh y Fran Sol.
Con todo, el equipo local fue el dominador en los primeros veinte minutos gracias a la verticalidad de Pinchi y al juego de espaldas de Gassama. Los minutos fueron pasando y el ímpetu local se fue apagando gracias en parte al juego más mesado del Tenerife.
Sin embargo, las interrupciones fueron las verdaderas protagonistas en este primer acto. A fuenlabreños y tinerfeños, con la colaboración del árbitro, no les tembló la pierna a la hora de meter el pie o el codo con el objetivo de hacerse con el balón o, lo que es lo mismo en este duelo, cometer falta y parar el reloj. A la espera de que los magos apareciesen, el aficionado de ambos equipos se conformó, mal que le pese, con la entrega de los 22 futbolistas.
Los artistas del balón tenían que aparecer para que el enfrentamiento se agitase. Eso significaba ver más de Pinchi, para el cuadro local, o Nono, para el visitante, y menos del árbitro. Lo hizo el primero que asistió de manera magistral a Sekou Gassama, quién batió a Ortolá y, de esta manera, se reestrenó con la camiseta del Fuenlabrada. Los azulones se pusieron por delante en el 38’, mientras el Tenerife lo intentaba con más fe que acierto. Así se llegó al final de los primeros 45 minutos.
Volvieron los jugadores al verde del Torres tras su paso por vestuarios y retornó también los golpes y la dureza propia de un partido de este nivel. Se salvó el Fuenlabrada en el 57’, primero Nono con un tiro que no pudo embolsar el portero fuenlabreño y, después, con el disparo al travesaño de su compañero Moore.
El Tenerife fue otro a raiz de esta jugada y la volvió a tener minutos después en un corner que Bermejo mandó fuera cuando la parroquia tinerfeña ya cantaba gol. Tanto visitó el equipo chicharreo la portería de Rosic que, al final, atinó. Padilla, que ingresó en el segundo tiempo, enganchó un balón en la frontal para poner el empate en el 63’.
El gol visitante dibujó un nuevo partido donde el Tenerife se encontraba más cómodo y con mucho más acierto. Los jóvenes Padilla y Bermejo, del 'Tete', revitalizaron a los suyos. Mientras, el Fuenlabrada se estiraba a base de balones largos. Todo ello con muy poco acierto para ambos equipos.
El partido murió con ambos equipos rebelándose contra el empate que al final subió al marcador. El Fuenlabrada encadena ya seis jornadas sin conocer la victoria mientras que Fran Fernández respira tranquilo al menos una semana más.