Leganés, mucha pólvora y pocos minutos
Los pepineros cuentan con cinco arietes de renombre, pero sólo tres han jugado en las últimas tres jornadas. Martí admite que gestionar la competencia y sus efectos es uno de sus retos.
Si el Leganés de José Luis Martí fuera un equipo de los años 50-60 luciría una delantera de ésas que antaño, sin cambios, rotaciones u otras moderneces, parecería legendaria y fija. A saber: Borja Bastón, Sabin Merino, Juan Muñoz, Michael Santos y Miguel de la Fuente. Pero el Leganés es un equipo del siglo XXI y darle cabida en el verde a semejante colección de pólvora resulta difícil. Tarea complicada que, en las últimas jornadas, se ha puesto más cuesta arriba si cabe.
Los pepineros han blindado su plan y optado por una versión más conservadora que cierra la puerta a tanto atacante. La gestión de tan escasos minutos y el ánimo que provoca en sus protagonistas se ha convertido en uno de los retos que deberá afrontar el entrenador blanquiazul.
Sirva como dato que, en las tres últimas jornadas, Martí sólo ha utilizado tres arietes en su 4-4-2, cambios incluidos. Borja Bastón es el único que ha competido todo de inicio. A su vera han ido rotando Michael Santos y Sabin Merino. El que no jugó de titular en esos tres duelos luego lo hizo desde el banquillo. El resto de sustituciones señalaron a mediocampistas o defensas. Traducido: Miguel de la Fuente y Juan Muñoz no tuvieron opción de competir.
Éste último, por aclarar, sólo pudo estar en la convocatoria contra el Oviedo porque su positivo por COVID-19 lo dejó fuera de la lista ante el Logroñés y el Zaragoza. Miguel, por su parte, fue el descarte más llamativo precisamente contra los ovetenses. Por primera vez desde que firmó por el Lega no formó parte del elenco de los 23 escogidos y en su haber apenas suma cinco minutos disputados. Salió en el 89’ del duelo ante el Girona. Jugó 60 segundos del tiempo reglamentario y cuatro minutos del añadido.
“¿Cómo lo están llevando? Fatal, lógicamente”
No, ser delantero en el Leganés no es sencillo por una alta competencia que desde el banquillo asumen como una de las virtudes del equipo y un riesgo necesario por vivir en tiempos de COVID-19, donde un positivo o varios pueden desarbolar tu plantilla de un día para otro. “En una situación normal tener una plantilla así es una exageración. Hemos valorado muchos factores. La fundamental, la pandemia”, admitía Txema Indias, director deportivo del Leganés, en una entrevista en AS. “Puede ser, entre comillas, un problema para el míster, porque él tiene que gestionarlo, pero sabrá hacerlo. Los jugadores lo entenderán también”, vaticinó entonces.
Pero los afectados, los propios delanteros, ¿cómo lo están llevando? “Mal, ¿cómo lo van a estar afrontando? Fatal, lógicamente. Le pasa a cualquier jugador, no solo los delanteros. También a los centrales, a los laterales”, admitía ayer sincero Martí en rueda de prensa.
“Cualquier jugador quiere participar y jugar. Mi trabajo en el aspecto psicológico y mental es intentar explicarles y convencerles de que al final en 42 jornadas habrá momentos para todos y que van a estar preparados, que tienen que estar entrenando para estar al máximo nivel que requiere esta competición cuando les corresponda. Van a dar así el fruto que esperamos de ellos”, avisó.
Un mensaje que, sin embargo, corre el riesgo de evaporarse si con el paso de las jornadas las rotaciones continúan estancadas y las ausencias (lesión, sanción) también. Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina (dos meses sólo) está por ver si la delantera se convierte en una de las primeras líneas que necesita reestructuración precisamente por la alta competencia y el bajo reparto de minutos entre sus integrantes.