"La presencia de Almirón fue determinante para fichar por el Elche"
Emi Rigoni quiere volver a ser ese jugador que deslumbró en Independiente y para ello se apoya en el proyecto del técnico franjiverde y del dueño, Christian Bragarnik.
De Emi Rigoni (Colonia Caroya, Argentina, 1993) se espera mucho en el Elche. Es uno de esos jugadores que llega tras dar un paso en falso en su último equipo, pero con calidad y talento suficiente para vivir una segunda etapa de esplendor en LaLiga. Brilló con luz propia en Independiente y Belgrano, aunque el foco se oscureció en el Zenit, Atalanta y Sampdoria. Aspira a recuperar su mejor versión en la banda derecha del ataque ilicitano, donde competirá con Josan y Lucumí. Ante el Valencia fue titular en una posición que no es la suya, pero está dispuesto a ponerse el mono de trabajo para conectarse lo más rápido posible.
Adaptación: “Llegué con más continuidad que mis compañeros de Argentina porque sí que venía de jugar partidos. La diferencia es que este fútbol es más técnico, se maneja mejor la pelota y hay más espacio para los jugadores ofensivos. Con el paso de los días y de los minutos seguiremos mejorando”.
Por qué el Elche: “Necesitaba, en lo personal, hacer un cambio y salir de Rusia. Me decidí rápidamente por venir a la liga española. Más aún con un técnico argentino con el que compartir vivencias y buen proyecto desde el inicio. También hablé con el Ruso (Damián Rodríguez) y Sánchez Miño antes de tomar la decisión. Fue un buen cambio y el proceso es ambicioso”.
Jugar con Argentina: “A todo jugador de mi país es lo que más le ilusiona, pero para ello lo primordial es hacerlo bien aquí, en el Elche. Todo dependerá de nuestro rendimiento personal y colectivo”.
Almirón: “La presencia de Jorge (Almirón) ha sido uno de los principales motivos por el que me decidí. Me quiso contratar anteriormente en otros equipos y siempre nos hemos seguido. Me gusta su idea de fútbol y creo que se ajusta a lo que me viene bien”.
Paso de dos equipos aspirantes a títulos a un proyecto que busca la salvación: “Estar en entidades como Zenit o Independiente te da esa ambición de querer siempre ganar, de ser siempre competitivo. Me inicié en un club chico como es Belgrano. Sé lo que es pelear por la permanencia y valorar lo que es estar en una buena posición en la tabla. El Elche es una institución que recién asciende y vamos a dar pelea en cada jornada”.
Cómo se desarrolló para ser ambidiestro: “Es algo que asumo como natural. Soy zurdo y desde muy chico, con cuatro o cinco años, empecé a practicar el golpeo con la derecha. Tenía la facilidad para aprender y ahora le doy con las dos, como algo normal”.
Bragarnik: “Todos los argentinos sabemos lo que Christian (Bragarnik) ha hecho en el fútbol y lo que ha conseguido. Es ambicioso y su presencia ha sido importante para que yo haya llegado. El proyecto que se ha armado de la mano de Jorge (Almirón) es interesante. Primero asentarse en LaLiga e ir paso a paso, con humildad. Si se dan los resultados, lo importante es ser ambicioso. Si hacemos las cosas bien, podemos dejar al Elche en el lugar que se merece y con el que la afición se sienta identificado”.
Características: “Mi posición natural es la de extremo derecho y es donde puedo aportar el máximo desborde y desequilibrio para patear de media distancia. No he jugado mucho donde lo hice contra el Valencia, pero me sentí muy cómodo. Me gustó mucho partir desde más atrás. Con el correr del tiempo vamos a mejorar el sistema y la fluidez del juego”.
Experiencia en Rusia: “Mi etapa en el Zenit formó parte del proceso de adaptación general en Europa. Sentí que di el máximo y que necesitaba salir para progresar. Fue una experiencia para seguir creciendo. Volver al nivel más alto depende de mi confianza y de mi trabajo. El equipo y el club están haciendo todo lo posible por mejorar”.