Duelo en apuros en el Tartiere
Aún es pronto para hablar de urgencias, pero en la competitiva Segunda División encontrar el ritmo adecuado desde el principio es esencial para el devenir de la temporada.
El Tartiere acoge esta noche un partido entre equipos apurados en la tabla. Aún es pronto para hablar de urgencias, pero en la competitiva Segunda División encontrar el ritmo adecuado desde el principio es esencial para el devenir de la temporada. Oviedo y Logroñés, ambos en posición de descenso, luchan por escapar de la zona de peligro (sigue el encuentro en directo en As.com).
A los azules, el choque les llega en el momento de más dudas de la temporada, tras tres jornadas sin ganar, un punto de nueve, justo después de un triunfo en el derbi que prometía un futuro mejor. La derrota en Leganés, con una revolución en el once (10 cambios respecto al anterior partido) que no obtuvo los frutos deseados, ha dejado al equipo más tocado y en puestos de descenso por primera vez.
Para intentar salir del mal momento, Ziganda recupera el 4-4-2, el sistema que mejores resultados le ha dado a lo largo de su estancia en Oviedo. Volverá el equipo más parecido al once de gala con Obeng y Blanco Leschuk como pareja de referencia en el área.
El Logroñés llega a Oviedo con la necesidad de sacar algo positivo del Carlos Tartiere frente a uno de los equipos que, por su clasificación actual y el sufrimiento de la campaña pasada, se puede considerar un rival directo. Aunque en el seno del club blanquirrojo se evita la palabra crisis y se asumen con naturalidad los problemas de adaptación en el salto desde Segunda B a LaLiga SmartBank, también existe inquietud por el mal inicio.
"Hay que controlar ese estado de urgencia. Todavía no se debe hablar de finales", confirma el entrenador, Sergio Rodríguez. El técnico riojano considera “fundamental competir en cada partido”. Y para competir, el Logroñés tiene que ajustar las desconexiones defensivas, generar más y acertar arriba. Casi nada. Leo Ruiz no ha marcado aún y Mateusz Bogusz sigue sin debutar. Mala señal para las dos apuestas llamadas a capitanear el proyecto por la permanencia.