Koundé acude al rescate

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La Liga de Campeones regresa al Sánchez Pizjuán y lo hace aún sin público, a pesar de que la intención de todas las partes era la de que un porcentaje de sevillistas pudieran ocupar las gradas de su estadio. La situación sanitaria no es propicia para ello, pero la buena noticia del regreso de Koundé abre las esperanzas tanto para el encuentro ante el Rennes, como para el futuro, puesto que el joven francés es la mejor muestra de que el coronavirus acabará pasando (sigue el partido en directo en As.com).

Sólo un entrenamiento tras 14 días de aislamiento del jugador ha bastado para convencer a Lopetegui. Koundé ha regresado en plena forma y aunque ayer en sala de prensa el técnico afirmbaba que aún estaba por decidir, su titularidad parece segura. También la de Jesús Navas, que sigue jugándolo todo y al que se mima cada día para conseguir que llegue a punto a los encuentros. Esta noche no será una excepción.

De este modo, el Sevilla recibe al Rennes en la segunda jornada de la fase de grupos con la necesidad de sumar un triunfo que valdría doble. Por un lado, haría aún mejor el empate cosechado ante el Chelsea en Stamford Bridge hace una semana, mientras que por otro espantaría la crisis en la que se ha instalado el equipo tras cuatro partidos consecutivos sin lograr el triunfo, además de acumular dos derrotas consecutivas en la Liga.

Con esa misión entre ceja y ceja, Lopetegui podrá contar con su once de gala. O lo que es lo mismo, el equipo que alzó la sexta Europa League que luce en las vitrinas del club con los únicos cambios que suponen las llegadas de Rakitic y Acuña por Banega y Reguilón. Además, respecto al equipo que perdió contra el Eibar el pasado sábado, volverán Jordán y Fernando en el centro del campo, mientras que toda la línea de ataque apunta a ser renovada y que sus integrantes sean Suso, Ocampos y De Jong.

Enfrente estará el Rennes, capitaneado en un principio por un viejo conocido del sevillismo: Steven Nzonzi. El díscolo centrocampista francés exhibió el mejor fútbol de su carrera en el Sánchez Pizjuán a las órdenes de un Unai Emery que sacó lo mejor del espigado mediocentro. Pero Nzonzi tuvo una especial predilección por los lios, lo que en el sur se define como tener un cable pelado dentro de la cabeza. Y eso no ha cambiado, hasya el punto de caerse ayer de la convocatoria en el último momento al recibir una sanción por conducta antideportiva por parte de la UEFA. Arrojar una botella, no se sabe bien contra qué o contra quién, fue el pecado que hoy le toca purgar a un futbolista que hubiera sido recibido con una sonora pitada en la que fue su casa si se hubiera permitido la entrada de público en el estadio. La baja de Nzonzi a última hora hasta ha eclipsado la del precoz y sorprendete Camavinga, que se queda en casa por fatiga muscular derivada de la acumulación de partidos.

Lopetegui no dejó de avisar en la previa de los peligros del Rennes mientras que Fernando exigió a sus compañeros concentración para que la crisis sea cortada de raíz. La Champions pasa factura pero costó mucho llegar hasta aquí, por lo que el Sevilla, con Koundé, está obligado a enmendarse.