Baraja: cuatro partidos para dar con la tecla
Mirandés, Mallorca, Girona y Tenerife van a decidir en dos semanas el futuro del entrenador vallisoletano, cada vez más cuestionado.
El Real Zaragoza de Baraja sigue enredado en la nada y ofreciendo una imagen cada vez más preocupante, con apenas nueve disparos a puerta en seis partidos y un fútbol calamitoso. Y es que lejos de mejorar, el equipo juega cada vez peor y sólo ha sumado un punto en los últimos tres encuentros, lo que ha encendido ya las primeras luces de alarma. Así que el técnico vallisoletano, cuya colección de críticos no deja de crecer dentro y fuera del club, se la va a jugar en apenas dos semanas y en las próximas cuatro jornadas. En estos catorce días, el equipo aragonés tiene que enfrentarse consecutivamente al Mirandés, al Mallorca, al Girona –en partido aplazado de la primera fecha del campeonato- y al Tenerife y del resultado de esos duelos va a depender directamente la continuidad de Baraja en el cargo.
Hasta ahora, la gran suerte de Rubén Baraja es que en La Romareda se juega sin público. En un fútbol normal, sin el coronavirus campando a sus anchas, el entrenador hubiera escuchado un par de broncas mayúsculas y tendría ya las maletas hechas o estaría a punto de hacerlas. Pero sin aficionados en el campo todo es distinto a la hora de tomar decisiones drásticas a las primeras de cambio, por mucha desconfianza que desprenda la marcha del equipo, con carencias evidentísimas, y por mucho que el entrenador esté empeñado en hacerla peor, aferrándose ciegamente a un sistema, el 1-4-4-2, que se lo puede acabar llevando por delante.
El Zaragoza suma ocho puntos en seis partidos, pero dos de ellos los obtuvo en los despachos por la alineación indebida del Alcorcón y los tres de su victoria frente al Albacete no los mereció. El Málaga, hecho con retales y a ultimísima hora, le dio un baño notable en La Romareda, y el colista Sabadell, que no había sumado ningún punto, también le dejó el domingo en evidencia. Seis jornadas parecen pocas para cortar por lo sano, pero el fútbol profesional camina a toda velocidad y ésta es una temporada especialmente difícil para el Zaragoza. De modo que hay que dar cuanto antes con la tecla y lo prioritario, lo fundamental, es juntar a los mejores futbolistas, muy por encima de su distribución táctica, que no deja de ser una herramienta para dar equilibrio a un equipo y ocupar mejor los espacios. El tiempo, si no se pone remedio, lejos de arreglar las cosas, las empeora.