El Zaragoza tampoco puede con el colista
Cristian Álvarez salvó al equipo aragonés con tres grandes paradas vitales. El Sabadell mereció mucho más, pero no consiguió encontrar el gol.
Lejos de mejorar, el Zaragoza de Baraja sigue en caída libre, enredado en la nada y ofreciendo una imagen calamitosa. Tampoco pudo el equipo aragonés con el colista Sabadell, que le dio todo un baño en la segunda parte y mereció mucha mejor suerte en su visita a La Romareda. Cristian Álvarez volvió por sus fueros y con tres grandes paradas evitó la derrota del Zaragoza, pero ni sus manos, otra vez decisivas, pudieron tapar las miserias de un equipo flojísimo y de un entrenador empeñado en hacerlo peor.
Baraja refrescó su alineación con Gutián, Nick y Larrazábal, además de situar a Narváez, el mejor atacante del Zaragoza, en la banda izquierda y adelantar a Bermejo como pareja de ataque de Vuckic, que vivió otra noche de ausencia. Y ya van… Por su parte, Antonio Hidalgo, de paso muy fugaz como jugador por La Romareda, introdujo cuatro cambios en su once (Capó, Juan Hernández, Undabarrena y Guruzeta) en busca de un triunfo que le sacara del alambre. Y estuvo muy cerca de conseguirlo.
El Zaragoza salió al galope, tratando de intimidar a su rival, y pudo abrir el marcador a los siete minutos en una jugada que cocinaron entre Nick y Tejero y que Larrazábal remató de semivolea al larguero. Pero el gas apenas le duró al equipo aragonés un cuarto de hora. Fue de más a menos, hasta acabar diluido en la nada, y solo volvió a inquietar pasada la media hora en un remate cruzado de Narváez.
El Sabadell, que contaba sus partidos por derrotas, se quitó el susto del cuerpo y, fiel a la filosofía de su técnico, comenzó a crecer en torno a la pelota. Durante un largo pasaje se sintió incómodo para sortear la presión y apenas pudo dar réplica en un lanzamiento de falta de Stoichkov, pero acabó mejor que el Zaragoza la primera mitad. Y suya fue una grandísima ocasión a segundos del descanso, cuando Cristian Álvarez, otra vez en modo salvador, conjuró dos remates a bocajarro de Guruzeta y de Grego Sierra.
El Sabadell volvió del intermedio como se había marchado, activísimo y cada vez más cómodo con el balón, y obligó a Cristian Álvarez a realizar otra gran parada a disparo de Juan Hernández. Durante media hora larga sometió al Zaragoza de cabo a rabo y sólo le faltó materializar su claro dominio. Piso media docena de veces el área rival y Juan Hernández estrelló una falta en un poste en el minuto 67.
A Baraja, como en las jornadas anteriores, le empezó a correr el reloj a toda velocidad y movió su banquillo en busca de algún golpe de fortuna. Primero entraron Zanimacchia y James, que reapareció cuatro meses después, y enseguida Papu y después Javi Ros y Toro Fernández. Pero nada cambió para el Zaragoza ni para el Sabadell, que siguió sin ceder un ápice su dominio y su insistencia. Antonio Hidalgo apuró sus opciones de ganar el partido dando entrada a Edgar Hernández por un agotado Guruzeta, pero las fuerzas ya no estaban para más.