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MAINZ 2 - MÖNCHENGLADBACH 3

El Gladbach sufre para ganar al colista a tres días del Madrid

El Mainz llegó a remontar, pero los goles de Hofmann y Ginter decidieron el partido. El Gladbach, exhausto físicamente, recibirá al Madrid el martes.

Actualizado a
Los jugadores del Gladbach celebran el gol de la victoria.
Borussia Mönchengladbach

Si el fútbol son sensaciones, las del Gladbach antes de recibir al Madrid son sobresalientes. El equipo de Marco Rose, consagrado en el comienzo de temporada como una de las grandes revelaciones de la Bundesliga, se llevó un durísimo partido en el Opel Arena para dar patada a las dudas. La resaca del empate ante el Inter (2-2) se hizo notar, hasta el punto que Rose debió tirar del plantel B para formar un once. Hubo cinco cambios con respecto a Milán: Jantschke, Wendt, Reitz, Stindl y Herrmann salieron de titulares.

La fórmula, que incluía un cambio de esquema hacia el 3-5-2 tradicional, empezó dando sus frutos: el Gladbach se adelantó por medio de Stindl, que recogió un balón suelto dentro del área para fusilar con la pierna izquierda. Marchaba viento en popa y a toda vela el navío visitante, pero se avecinaba una borrascha llamada Mateta. El francés de 23 años, una de las perlas de un Mainz con poco fútbol colectivo pero mucha calidad individual, marcó un doblete en 13 minutos para darle la vuelta al partido y mandar al rival a la lona.

Estaba el árbitro golpeando el suelo mientras marcaba la cuenta atrás... Pero el Gladbach se levantó. Primero marcó Hofmann, que desde los once metros engañó al guardameta rival; instantes después se culminó la remontada por medio de Ginter. El central hizo gala de su poderío físico y marcó con un testarazo en el primer palo. Supieron aguantar los soldados de Rose para sacar tres puntos valiosísimos que elevan al equipo hasta la quinta plaza.

El Gladbach ya piensa en la visita del Real Madrid el próximo martes (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones). Los alemanes aún no han perdido como locales este año y no se quedan sin marcar en casa desde el 19 de septiembre de 2019 (0-4 contra el Wolfsberger, partido de Europa League). Será un duro hueso de roer para los de Zidane, cuya necesidad es máxima después del descalabro de la primera jornada contra el Shakhtar. Quedan tres días para la batalla, poco tiempo para descansar, pero demasiado de espera.