Da igual cuándo lean esto: hat-trick de Lewandowski
El rodillo bávaro tampoco tuvo compasión con un pobre Frankfurt que no tuvo nada que hacer contra el arma de destrucción masiva del campeón. Davies, ligamento roto en el tobillo.
El Bayern toma carrerilla y ya parece haber entrado en esa dinámica en la que cuenta jornadas por victorias. Apenas tres días después de barrer al Atlético Madrid en su estreno en Champions (4-0), el rodillo bávaro tampoco tuvo compasión con un pobre Frankfurt que no tuvo nada que hacer contra el arma de destrucción masiva del campeón: Lewandowski. El killer muniqués aportó el enésimo hat-trick de su carrera en la victoria por 5-0 ante las águilas, cuarto triunfo en la quinta jornada de la Bundesliga que le coloca segundo de la máxima competición alemana, a un solo punto del Leipzig líder. La única mala noticia para el hexacampeón de Europa se produjo a los dos minutos del choque en el Allianz Arena.
El joven Davies, que había recuperado la titularidad en el lateral izquierdo, tuvo que abandonar el terreno de juego cojeando tras torcerse el tobillo derecho al pisar mal. Pintaba feo lo del canadiense ("Davies será baja de 6 a 8 semanas. Un ligamento roto y otro parcialmente en el tobillo derecho", confirmó Flick tras el choque). Entró Lucas por él para presenciar en directo el show del depredador rojiblanco. En cuestión de un cuarto de hora, Lewandowski materializó una bonita jugada de Coman y Müller con la zurda y luego subió el segundo de cabeza a córner de Kimmich. Sentenció el encuentro sin despeinarse. Ni siquiera se notaron las rotaciones de las que tiró Flick menos de 72 horas después del choque ante el Atlético. En particular Sarr, flamante fichaje del Bayern que reemplazaba a Pavard en el lateral diestro, firmó una gran actuación.
Pero el protagonista volvió a ser el de siempre. No tenía suficiente el polaco después de sus dos tantos en la primera mitad y volvió a encontrar un hueco en la zaga para recibir en profundidad y finalizar con la diestra. Ya van diez en cinco jornadas. Y hubieran podido ser más sin Flick no le hubiera sacado en el 67. Entraron Sané (tras recuperarse de una lesión de rodilla) y el joven Musiala para cerrar la manita.