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COMPOSTELA - DEPORTIVO

José Ramón: "Un Compos-Depor en 2ªB me suena horrible"

José Ramón vistió las camisetas de Depor y Compos y recuerda en AS aquellos derbis de los 90, Caneda, Vázquez, Lendoiro, la situación actual, sus proyectos…

Deportivo de La Coruña. Entrevista a José Ramón
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Compos-Depor en Segunda B. ¿Cómo le suena?

Me suena horrible. El Compos no tanto, pero sí el Depor. Me parece surrealista que llegase a bajar a Segunda B. Es cierto que fue injustamente, pero ahí está. Todavía no me creo que esté en Segunda B.

Dice injustamente. ¿Entiende que se vulneró la competición?

Está muy claro que se tenía que haber suspendido toda la jornada. Pero dentro de lo injusto que es hay que reconocer también que no se hicieron muy bien las cosas. No digo que se lo mereciese, pero sí que hizo méritos para llegará esa situación.

Vayamos al pasado. ¿Tiene que ver este derbi algo con los que usted disputó?

No, sólo el estadio Y además ahora ya ni eso, cambió de nombre y se llama Vero Boquete. Pero claro que no. Ni jugadores, ni equipos, categoría, nivel… Este año el Depor va a jugar no sé cuántos derbis que no jugaba hace años… El derbi por excelencia es el Depor-Celta. La categoría que le corresponde al Compos está entre Segunda A y B, pero no al Depor. Tendría que estar en Primera, e incluso en los puestos altos. Por historia, afición y muchas cosas más. Hay morbo porque el Depor se juega mucho, pero es un derbi descafeinado. El Depor está obligado a ganar, el Compos tendrá las ganas de hacerlo como querrán todos los equipos. No estoy de acuerdo con que sea una final para el Depor, pero sí en que perder le penaliza mucho.

Lo que sí tiene en común es a Fernando Vázquez, ahora en el Depor y que entonces dirigía al Compostela. ¿Qué destaca de él y qué recuerdos tiene?

De Fernando Vázquez destacaría que le daba mucha importancia al aspecto físico. Eran auténticas palizas físicas. Movía mucho el equipo en defensa y luego el ataque lo dejaba un poco al talento de los jugadores, pocas pautas y concretas.

¿Cómo lo ve ahora en el Deportivo? El año pasado resucitó al equipo pero acabó con una mala racha…

El año pasado tuvo unos resultados algo irregulares. Para mí el buen entrenador es aquel que saca lo mejor de cada equipo, que es estable en cuanto al juego y que va de menos a más. Fernando defensivamente tiene equipos muy ordenados, trabajados y preparados para correr. Pero en ataque puede que le falten cosas. Eso le pasa esta temporada, aunque es cierto que estamos al principio. El tener un equipo organizado también es cómo llevar el balón desde atrás y generar ocasiones de gol. Que el balón lleve espacio y tiempo, es decir, fluidez. Creo que lograr una armonía en ataque le va a costar muchísimo al equipo.

Usted pasó de levantar el primer título de la historia del Depor (la Copa) a estar el mes siguiente en el Compostela. ¿Cómo vivió aquello?

No lo viví bien. Marcharme del Depor, donde llevaba muchísimos años… la verdad es que lo pasé fatal. Luego me fui adaptando en el día a día y al final l acepté y estuve muy contento.

¿Tuvo más ofertas?

Tuve una del Zaragoza, por ejemplo, también de la liga escocesa, pero elegí el Compos. Entre el dinero y quedarme en casa, elegí quedarme en casa.

Su reencuentro con el Depor fue una victoria en San Lazáro 4-0 y marcando…

Fue una de las máximas gestas que tuvo el Compos. El Depor era muy potente, tenía nuevo entrenador, nuevos jugadores… Fue una victoria que nos hizo mucho bien. Nos dio mucha confianza y seguridad en nosotros mismos. Hicimos una gran primera vuelta, fuimos subcampeones de invierno. Esa victoria fue importantísima para la plantilla. Nos dijimos si ganamos al Depor no vamos a pasar tantas dificultades. Vamos a aprovechar la racha, y lo hicimos hasta enero.

Y marcó y lo celebró. Eso ahora casi es pecado…

Me criticaron mucho por eso. Lo celebré porque lógicamente miraba por mi equipo. No suelo marcar, de cabeza… ganar al Depor me parecía tremendo. Mi relación con mi hermano, con Djukic… era de verlos todos los días, estábamos sacando el título de entrenador juntos… Para mí ganar al Depor entonces era como ganarle al Real Madrid. No estoy de acuerdo con los que piden perdón, luego besan el escudo… Me parece una gran mentira del fútbol. Luego se van a otro equipo y besan otro escudo. Es absurdo. Puede que no obrase de forma totalmente correcta, pero exploté. No era una venganza, pero ganarle a Djuka, Mauro, Bebeto, al Superdepor… Fue increíble.

Al logra eso, ¿llegó a pensar que había cambiado el Superdepor por el Supercompos?

No, en ningún momento. No porque veía el nivel del equipo. Sabía que no iba a durar mucho eso, que los grandes iban a ir a más y nosotros no íbamos a aguantar el nivel. Era cuestión de tiempo bajar, y casi lo hicimos en picado.

Usted vistió las dos camisetas. ¿Tiene el corazón dividido en este derbi?

Quiero que gane el Depor, así de claro. Desde luego que le deseo lo mejor al Compos y ojalá acabe de segundo y ascienda.

Usted también tuvo a dos de los presidentes más carismáticos en aquellos años, Lendoiro y Caneda. ¿Cómo eran?

Muy distintos. Lendoiro era pausado, con experiencia, tranquilo... A veces lo veías y no sabías si el equipo había perdido o ganado. Llevaba toda la vida. Caneda era mucho más impulsivo (risas…). Decía las cosas a la cara como le venían. No se cortaba nada. Tengo detalles bastante buenos.

Cuente alguno…

Yo ya sabía cómo era Caneda, todo el mundo lo sabía, pero cuando hablabas con él te dabas cuenta que era muy peculiar. Lendoiro, por ejemplo, era muy cauto con el equipo, Caneda no. Antes, durante y después de los partidos siempre decía cosas, y muchas veces no agradaban. Metía mucha presión. Se metía en alineaciones, cuestiones tácticas o se metía incluso con los entrenamientos. Eso sin tener, porqué no decirlo, grandes conocimientos del fútbol. Pero era un personaje.

¿Cómo los valora?

Lendoiro tiene ahí un historial que va ser muy complicado superarlo. No sé si hubiese sido capaz de hacer lo mismo sin esa deuda que generó. Pero, como dice mucha gente, que nos quiten lo bailado. Lo que hizo está al alcance de muy pocos. Caneda, para el personaje que era, sorprendía que el equipo estuviese tan bien tal y como llevaba las cosas.

Tras pasar por el Compos regresó al Depor, aunque casi no jugó en esa segunda etapa…

El recuerdo de esos dos años es distinto. El primero no fue muy bueno, hubo muchos problemas extradeportivos. El segundo año, el de la Liga, creo que fue el mejor año del Depor en todos los niveles. Es cierto que había cierto distanciamiento entre entrenador (Irureta) y plantilla, pero los éxitos deportivos taparon todo. A nivel personal el recuerdo es muy bueno. Me costó adaptarme al ritmo al venir del Compos, pero luego lo llevé muy bien. Vi el talento que tenían muchos jugadores y no entendía qué hacían en el Depor. Djalma, Flavio, Mauro… Disfruté cada entrenamiento.

Saltemos al presente. ¿Qué hace José Ramón y cuáles son sus proyectos?

Ser presidente de un club y entrenarlo para que no me echen (risas…). En serio, gestionar un equipo. Tengo ganas de eso. Tengo experiencia de ser jugador de base, padre de jugador, aficionado, jugador profesional entrenador de base y futbolista profesional. Tengo toda esa experiencia y pienso que al final confeccionar una plantilla se hace a base de talento. Encontrar a los mejores jugadores y organizar a ese equipo. Básicamente es detectar el talento y anticiparte. Siempre digo que puedes tener 20 tíos en scouting, pero no tienen ni idea. Y una sola persona, viendo un partido al día ve lo que los demás no ven. Lo intuye, es capaz de verle el margen de mejora del jugador. A Messi de muy pequeño se veía que era muy bueno, lo importante es saber que puede mantener ese nivel ocho años después. Vi partidos del Infantil del Barça del año pasado y aluciné cómo juegan, es una delicia, espectacular. La parte deportiva es fundamental y en el Depor ahora mismo no hay una gran gestión deportiva. Los resultados están ahí; los fichajes están ahí; el nivel está ahí; la categoría está ahí. Se han cometido muchos errores en el Depor, pero el principal es deportivo. Para la deuda que tiene el club, económicamente parece que no tenemos problema, pero en lo otro… No sólo no entra la bola, entra en tu portería y te desciende.

Cuando salió del Depor hace cuatro años tras entrenar al Juvenil fue muy duro con la organización de la cantera. ¿Cómo la ve ahora con los recientes cambios con Vidal?

Hay que cambiar muchas cosas. Se están dando pasos, pero cortos. La gente que entra tiene que tener más peso. Es gente de fútbol y debe decidir más. Ojalá se tomen decisiones.

Ahora está de director de la cantera Fran, su hermano…

Sí, está ahí, y también Valerón. Me alegro que haya entrado gente del club y de fútbol. Está bien que haya gente de Inef, pero que tenga talento. Llegaba gente muy inexperta y hay que conocer el fútbol, al jugador, a los niños. No puedes equivocarte.

Usted llegó a hablar de chapuza y de que se filtraban informes. ¿Cree que se ha solucionado todo eso?

La gente se sorprendió cuando vio mis declaraciones, pero poco a poco fue abriendo los ojos y se dio cuenta de lo que había. Es indudable que hay un problema. Los niños deben estar en las mejores manos posibles y no puede haber ahí gente que no sepa ni papa de fútbol ni tenga experiencia de fútbol. La cantera siempre es un fracaso porque de cien niños, llegan uno o dos. El éxito es educar a los niños, formarlos y que disfruten. Yo siempre rendía más de jugador cuando disfrutaba.

El equipo está en Segunda B. ¿Es el momento de la cantera?

La teoría nos dice que al estar muy cerca el primer equipo del filial hay más posibilidades para los chavales. El problema es la presión y la prisa por ascender. Me imagino que no se apostará muy fuerte por los canteranos. Los entrenadores no se van a mojar demasiado, buscarán experiencia. Lo ideal era haberlos trabajado antes, no es cuestión de un año para otro.

Como dice, el único objetivo es el ascenso. ¿Cómo lo ve?

Veo dos errores. Uno es decir que cada partido es una final. Eso son 40 finales, y eso es mucho estrés y presión. Para evitar eso hay que ir partido a partido. Eso se evita cuando un jugador domina los aspectos del fútbol y confía en sí mismo. Un jugador con presión suele ser un jugador inseguro y con miedo. Si el equipo es organizado y con una idea de juego, tendrá menos dudas y jugará con más soltura u garantías. A muerte no se puede aguantar durante ocho meses…

Antes hablaba de las mentiras del fútbol. ¿Cuáles ve en el fútbol actual?

No me gustan las ruedas de prensa, no se habla de fútbol. Los entrenadores no hablan ya de fútbol. No me gusta que el fútbol esté tan alejado del aficionado. Cuando yo jugaba la gente venía a ver los entrenamientos. Me gustaría que la prensa pudiese acceder, ya no digo a los vestuarios, pero sí que pudiese estar con los jugadores. Me gustaría que el fútbol se acercase a la gente. Con respeto, me encantaría. Hay que cambiar eso. Y otro cambio sería, que todo el mundo entendiese el fútbol, el juego. Hace poco leí en El País una entrevista al fundador del Leipzig y conozco su historial. Tienen un organigrama con un equipo en Austria en Primera y Segunda, en Alemania, una escuela de alto rendimiento… Tiene las ideas claras de cómo conseguir jugadores, formarlos… En España hay un talento descomunal y creo que los entrenadores no están al nivel de eso.