Camavinga pincha en su debut

Los focos estaban puestos en Camavinga, pero la función duró solamente cuarenta y cinco minutos. En la primera parte los franceses dominaron más allá de una llegada importantísima de los rusos que salvó Da Costa en la línea de gol. Camavinga se sintió cómodo e importante forzando dos ocasiones con disparos desde fuera del área que Safonov, genial durante todo el partido, paró.

Terrier vio recompensada su insistencia cuando el árbitro señaló penalti a una entrada clarísima dentro del área. Guirassy no falló y el Rennes sonrió, pero durante sólo tres minutos.

El Krasnodar salió con doble lateral debido a las bajas por el coronavirus, pero sólo sobre el papel. Cristian Rodríguez, extremo de circunstancias, se encargó de demostrarlo con un sombrerito en la primera parte que forzó la amarilla de Traoré y un golazo espectacular en el minuto 59 para empatar el partido. Dio media vuelta y la clavó por la escuadra como si fuese Asensio en 2017. 

A partir de entonces el Roazhon Park, que se comportó mucho mejor animando que respetando las medidas de seguridad sanitarias, enmudeció. Y con ellos, el juego de su equipo, al que le empezaron a entrar las prisas y la imprecisión. Doku, fichaje estrella de este verano y que costó 26 millones, salió al rescate sin suerte.

El Krasnodar se sintió cómodohasta el tiempo de descuento y el Rennes estéril. De hecho, a Gomis, quien no dio confianza en ningún momento a su equipo, le entraron los sudores cuando midió mal en un par de ocasiones. Tait tuvo la victoria en sus botas a falta de cinco minutos para el final, pero su volea fue malísima. El Rennes atacó y atacó sin encontrar portería y terminó su debut en Champions mereciendo más de lo que obtuvo.