Unos villanos revolucionan la Premier
El Aston Villa, con su victoria el fin de semana pasado por 0-1 sobre el Leicester City, registra un pleno de victorias (cuatro de cuatro) en su mejor inicio desde 1930.
Para ver un inicio inmejorable del Aston Villa, hay que remontarse a la temporada 1930-31. Por aquel entonces, en la denominada First Division, los villanos de Birmingham quedaron como segundos clasificados, sólo por detrás de un intratable Arsenal, cuando también iniciaron precisamente con cuatro victorias.
Ahora, 90 años después, han igualado tal registro histórico después de arrancar de forma demoledora la Premier League. 1-0 al Sheffield United, 0-3 al Fulham, 7-2 al Liverpool en una goleada que dio la vuelta al mundo, y 0-1 contra el Leicester City para sumar el pleno de triunfos. En total, doce puntos de doce posibles, registrando 12 goles a favor y apenas dos en contra. Segundos, tras el Everton de Ancelotti, James y compañía.
No hay que olvidar que hace tres meses atrás, el Aston Villa logró salvarse en la última jornada de la Premier League. Una resurrección que llegó a tiempo, después de ser un equipo sumido en el descenso y que parecía tener las horas contadas en la que era su temporada de regreso a la categoría de oro del fútbol inglés. Cuatro jornadas, paradójicamente, que cambiaron su destino (dos victorias y dos empates) y bastaron para sacar de nuevo su billete para la Premier el siguiente curso.
Inversión de 85 millones para cambiar de dinámica
Pero, para cambiar la dinámica el acierto en el pasado mercado de fichajes ha sido clave. Y su inversión de casi 85 millones de euros. Primero, el salto de calidad en la portería y defensa. Emiliano Martínez, que llegó desde el Arsenal después de la conquista de dos títulos como portero ‘gunner’ (y aun así se quedó sin sitio en el XI), ha elevado el nivel bajo palos del Aston Villa. Tres poterías a cero en las cuatro jornadas que han disputado le sitúan como el mejor portero de la competición, Además, a la pareja Konsa-Mings y Targett, hay que añadirle el lateral derecho Cash, quien venía siendo el mejor de la Championship de la mano del Nottingham Forest.
En la medular, Dean Smith mantiene el doble pivote con el brasileño Douglas Luiz y el escocés John McGinn, a quien, si le respetan las lesiones, volverá a ser uno de los fieles escuderos del Villa Park. Como enganche, otro refuerzo de lujo: Ross Barkley. El que fuera internacional inglés llega a préstamo desde el Chelsea, donde su protagonismo cayó en picado y busca relanzar su carrera (anotó el gol de la victoria contra el Leicester).
En una de las bandas se mantiene el egipcio Trézéguet. En la otra, su máxima estrella y el villano por excelencia, Jack Grealish. Repeinado y engominado hacia atrás a lo 'Peaky Blinder', medias bajas luciendo espinilleras, destilando una calidad a raudales. Después de casi cinco temporadas derribando la puerta de la selección inglesa, Gary Southgate le premió después de su impecable inicio de curso: cuatro goles y tres asistencias bastaron para vestir la elástica de los ‘Three Lions’. Y arriba, Ollie Watkins como el cañonero del equipo. Cinco dianas, entre ellas un hat-trick al Liverpool en 35 minutos y otros cinco pases de gol empiezan a rentabilizar los 30 millones de euros que desembolsó el Aston Villa este verano por él para traerle desde el Brentford.
Una historia que muchos ya se han encargado de encontrarle similitudes a lo que ocurrió con el cuento de hadas del Leicester City: de evitar el descenso en el último momento, a ganar la Premier League. Sin embargo, hay que recordar que el Aston Villa es un viejo campeón de Europa (1981-82), además de sumar también siete ligas, siete FA Cup, cinco Copas de la liga o una Supercopa de Europa. Un palmarés más que envidiable de un equipo que buscan volver a convertirse en los auténticos villanos de Inglaterra.