Giovanni Simeone liquida la etiqueta de su apellido
Su doblete al Torino aumenta el respeto que se le tiene en Italia, donde luce con voz propia sin la etiqueta de hijo de. Suma tres goles en cuatro partidos, Asoma de nuevo a la selección.
El pasado domingo Giovanni Simeone le ganó, nunca mejor dicho, la batalla de gallos a Belotti en Turín. El Cagliari asaltó el Stadio Grande Torino (2-3) con una actuación estelar del jugador argentino. Y es que hay que evitar ya la etiqueta que se ha sacudido a golpe de gol. En Italia, hace tiempo, no se le ve ya como el “hijo del Cholo”, sino que el temperamental y hambriento ariete brilla con voz propia, ahora en Cerdeña. Ante el conjunto granata fue un dechado de virtudes de lo que tiene que ser un ariete. Guerrero, impetuoso, instintivo y definidor. Gio estuvo en casi todas. Para empezar ganó la pelota aérea que dio lugar el 1-1 marcado por João Pedro. Belotti había golpeado primero desde el punto de penalti. Había rondado ya el gol antes Gio, porfiando una pelota muerta de Sirigu.
El Cagliari llegaba necesitado a Turín y el ariete argentino se ocupó de que el equipo de Di Francesco se fuera con los tres puntos. En el 19’ puso el 1-2 tirando de instinto y de pegada, habilitado por Nahitán Nández. Belotti contestó con un zurdazo espectacular, pero Giovanni Simeone se jugó el físico en el 73’ para ganarle a Sirigu, Lyanco y N’Koulou en la misma acción y marcar el definitivo 2-3. No hay mejor manera de celebrar su partido 150 en la Serie A, su gol 50 jugando en Europa entre todas las competiciones, bajo el respeto más absoluto de una de las ligas más complicadas para un delantero.
A sus 25 años, Gio Simeone se ha liberado con creces del peso de la etiqueta con la que muchos le tachaban. El Cagliari volvió, por fin, a sumar un triunfo y el argentino acumula tres tantos en cuatro partidos, goles que le han servido al equipo de la isla para sumar los cuatro puntos que lleva. Gio finalizó la pasada campaña en la Serie A con 12 anotaciones. No son pocas. Sus compatriotas más mediáticos, Lautaro y Dybala anduvieron, con penaltis incluidos, en esas cifras. El del Inter llegó a 14 goles, dos de ellos desde los once metros, mientras que Dybala se quedó en 11, uno de penalti. El mejor registro de Simeone data de la temporada 17-18, cuando anotó 14 tantos como viola con la Fiorentina. Ahora ha cogido carrerilla para mejorarlo. Viene, además, de una convocatoria con la selección donde no ha tenido minutos. En Argentina tampoco se le discuten sus méritos y se le observa como pareja de futuro de Lautaro. Gio Simeone debutó con la albiceleste —marcando, además— en septiembre de 2018 ante Guatemala, también con Scaloni. Ahora ha vuelto a ser llamado. Frente a Bolivia se le echó de menos. Finalmente se quedó fuera de la nómina y su energía bien pudiera haber servido a Scaloni para cerrar antes el partido.
Una reválida continua.
Giovanni Simeone nunca lo ha tenido fácil. Salió de River y Almeyda apostó con notable resultado por él en Banfield. Tras la experiencia positiva en El Taladro, el joven aceptó el consejo de su padre y fue a probarse en Italia, donde ya ha jugado en Genoa, Fiorentina y Cagliari. Buscaba doctorarse en el territorio más hostil. Su siguiente paso debería ser España o, por lo menos, su sueño. Hacer bueno el tatuaje del balón estrellado que luce. Jugar la Champions. Y en la selección, sigue haciendo méritos para ser tenido en cuenta. La etapa del Kun llega a su fin, amanece la de Lautaro y Gio Simeone pelea por un sitio a su lado en la vanguardia. En las inferiores ya rindió. Se coronó campeón del Sudamericano Sub-20 en 2015, sellando su tarjeta como mejor goleador del torneo con nueve tantos. Después disputó el Mundial de la categoría. En no pocas ocasiones se ha vinculado su nombre a equipos españoles, incluido al Atlético. De momento eso aún no se ha dado.