Miku: "Estoy aquí por el fuego competitivo que llevo dentro"
El delantero reivindica su reto individual y colectivo con el Deportivo y está feliz en A Coruña: "Salgo a la calle, escucho a venezolanos y me siento como en casa"
Dentro de un mercado en el que el Deportivo ha fichado a muchos jugadores de renombre para Segunda B, el de Miku (Caracas, 1985) ha sido uno de los que más ha llamado la atención. Su llegada ha despertado expectación y dudas a partes iguales, ya que parte de la afición entiende que jugar en ligas exóticas como Qatar o la India le ha pasado factura. El venezolano reivindica sus ganas de competir y reconoce haber encontrado un lugar perfecto en A Coruña por esa conexión entre Galicia y su país: "Salgo a la calle y escucho a compatriotas... es como estar en casa".
La liga está a punto de comenzar, ¿cómo ve al equipo?
Bien, lo veo en buena dinámica. Con la ilusión de hacer las cosas bien, representar al deportivismo, al club, a la ciudad, el escudo y a Galicia como se merece. Es una fase de preparación y evolución continua, pero vamos por el camino correcto.
Borges habló de bajar al barro, Keko de que no ganarán con el escudo... se repite mucho ese discurso desde el vestuario.
Es la realidad. En Segunda B, por experiencia propia aunque fuese hace años, sabemos que hay jugadores y entrenadores de muy buen nivel. Quizá sean desconocidos para la mayoría, pero son muy capaces y persiguen sus objetivos. Hay que ser conscientes de que es un categoría competida. El aspecto mental será fundamental, cómo manejar altibajos, y hay que dar todo en cada partido. Es una competición con un formato que no es de lo más equitativo y no hay que despistarse.
¿Cómo está viendo a sus compañeros? Hay muchos jugadores que vienen de categorías superiores, ¿alguno le ha sorprendido?
Al equipo lo veo bastante bien a nivel mental. Consciente de la tarea que tiene y de lo que viene. Hay jugadores de otras categorías, pero el 80 por ciento hemos jugado en Segunda B, yo incluido. Sabemos lo que hay en la categoría y lo que se requiere. Me ha sorprendido Mujaid. Un chico joven con un físico privilegiado, parece que va a tener un gran futuro. Ojalá podamos disfrutarlo al máximo y si la selección en categorías inferiores opta por él me parece que tiene nivel de sobra.
¿Cómo se ve a nivel de forma física? ¿Listo para competir?
El nivel competitivo es algo mental. Saber y ser consciente de que hay que competir en cada entrenamiento. Primero para elevar el nivel interno de la plantilla y ponérselo difícil al entrenador. Me encuentro mucho mejor, he asimilado bien las cargas de trabajo. Las piernas están cada vez mejor. Muchos se fijan sólo en los resultados, pero el entrenador, los preparadores físicos y los jugadores también buscamos otras cosas en la pretemporada.
Me sorprendió que también hablase de coger el tono en el toque de balón...
Una cosa es el nivel físico. Correr, saltar, trabajar, y otra es con el balón. Personalmente, el balón, no es que no me guste, pero la textura no me acaba de convencer mucho. Hace años también era un balón Adidas en Segunda B, pero tenía otra textura. este es más plasticosa. Lo comentamos en el vestuario. Si te pasas se te va, si pones el pie fuerte se te marcha lejos... aquí encima llueve y hay barro... pero son elementos que vamos a encontrarnos durante el año y hay que estar finos.
Parece que el Vázquez va a apostar por un 4-4-2. Este sistema exige de los delanteros más que sólo rematar. El juego entre líneas lo tendrán que poner ustedes...
Sí. El míster apuesta por un sistema agresivo, al ataque. Es consciente de que hay que sumar la mayor cantidad de puntos posible y tiene en cuenta que hay jugadores arriba de buen pie que pueden cumplir con eso. En Getafe y Rayo, jugué como segundo punta en muchos partidos y no es una tarea extraña para mí, me siento cómodo. Lo que también digo es que el trabajo de los delanteros será importante a nivel defensivo. Habrá que ponerse el mono de trabajo y no sólo vivir de la jugada y el remate.
Todos los que llegan hablan de reto bonito, ambicioso... pero a la vez es complicado de gestionar. Da la sensación de que tienen poco que ganar y mucho que perder...
La presión es la que hay. La que genera el club, el escudo, la ciudad... por lo que representa y el pasado de la entidad. Pero tenemos que ser conscientes de que no puedes correr antes de gatear. Sólo hay que fijarse en el siguiente partido, mirar más allá sería un error por nuestra parte y por parte de todos. Cuando he venido a jugar en contra del Depor, he visto a una afición que sabe de fútbol y creo que entiende como nosotros. Vamos partido a partido y que el partido del fin de semana sea el más importante.
¿Y a nivel individual? Regresa con 35 años al fútbol español, ¿le queda algo por demostrar? No sé si a otra gente o a usted mismo?
Siempre ha habido una persona a la que he intentado demostrarle mucho. Y es a mí mismo. Tengo esa lucha interna conmigo de querer superarme siempre. Desde niño, querer llegar a la élite y ser venezolano fue una limitación muy grande. Quería jugar en España ya cuando empecé en Caracas. Y lo logré. Quería jugar la Champions, la Europa League. Y lo logré. Marcarle goles al Madrid, al Sevilla... jugar la Copa América... La ilusión que tengo ahora es el próximo domingo. Que el equipo gane y tratar de sumar siempre en el vestuario, en el campo e integrarme bien.
¿Se tiende a simplificar la decisión de los futbolistas cuando priorizan lo económico a lo competitivo al irse a ligas exóticas? No tiene por qué decir que se pierden las ganas de competir...
En mi caso, por eso volví. De Getafe me fui a Qatar porque era un tren que en el aspecto económico tenía que subirme. Firmé tres años y a los dos años dije basta, porque quería seguir compitiendo. Volví al Rayo y recibí premios de jugador del mes, marqué goles... salí de nuevo y ahora regreso, estoy aquí por ese fuego competitivo que llevo dentro. Ser futbolista es un trabajo como cualquiera. Si a un panadero le dicen que vaya a hacer pan al pueblo de al lado cobrando 200 veces más, se va. Y eso no quiere decir que vaya a hacer mal el pan. Es una carrera corta. Quizá la gente vea a las grandes estrellas y cataloga así a todos los jugadores. Ojalá fuera así, pero no lo es. Hay trenes que pasan una vez en la vida y no puedes dejarlos escapar.
Hábleme de esa conexión Galicia - Venezuela, ¿ha hecho patria ya por aquí?
¡No hace falta! (risas) La conexión es grandísima producto de cuando las cosas no estaban bien aquí, muchos gallegos se fueron, y ahora es al revés y regresan sus hijos o nietos. Te encuentras por la calle a muchos venezolanos, aquí son bien tratados, como fueron los gallegos allá. Mis compatriotas están contentos. Salgo a la calle, escucho venezolanos y me siento como en casa. Estoy feliz porque me siento como si tuviera un pedazo de mi tierra acá.
Precisamente acaban de comenzar las eliminatorias para el Mundial, ¿cómo ve a su selección?
Son jugadores de mucho talento y están brillando con una edad precoz. Herrera, Machís, Soteldo, Fariñez... una proyección increíble. La selección tiene que recuperar la mística que teníamos nosotros. No creo que hayamos sido mejores, pero creo que competíamos a mayor intensidad. También hay que darle un voto de confianza a un entrenador que está llegando, viene de Europa y tiene que entender lo que es el fútbol sudamericano. Yo, como toda Venezuela, tenemos mucha fe en esta generación que fue subcampeona del Mundo sub-20.
El inicio no ha sido el mejor con dos derrotas...
Pero es que la eliminatoria sudamericana es la más difícil del planeta. No hay nada que se le iguale. Y lo digo por experiencia tras jugarla tres veces. Tanto por el nivel de los jugadores, como también por los campos, los desplazamientos. Aquí en Europa siempre es verano o siempre es invierno. Allí no. Un día hace frío, otro día la altura te mata, otro bajas a jugar a la playa... además esta vez Rondón no ha podido ir. No entiendo la nefasta gestión de la federación. Porque su compañero de equipo sí pudo venir a Europa a jugar con su país. Es algo que escapa a mi pensamiento. Nuestro mejor jugador, el hombre gol, viendo el partido por televisión en China cuando su compañero sí pudo jugar. Esperemos que reconduzcan el camino y nos den muchas alegrías, porque hay materia prima para ello.