Las Palmas
La madurez de Álvaro Valles
El portero de Las Palmas debutó hace justo un año con el primer equipo amarillo, ante el Deportivo. Tras una serie casualidades, es un fijo para Mel.
El fútbol, como la vida, puede ser una sucesión de hermosas casualidades. Y la suerte, muchas veces, puede ser la mejor de tus aliadas. Se trata, como dicen los expertos, de estar lo mejor preparado posible para cuando llegue tu oportunidad. Que se lo digan al sevillano Álvaro Valles, indiscutible portero titular de la actual Unión Deportiva Las Palmas.
El joven y espigado (23 años, 190 cm.) llegó a Gran Canaria en el verano de 2018 para enrolarse en Las Palmas Atlético, el filial amarillo, donde compartiría posición, competencia que se repitió un escalón más arriba, con Josep Martínez. Ocurre que del portero valenciano se tuvieron mejores referencias, y aquel curso, 2018-19, Valles tan solo jugó siete partidos, cinco de ellos correspondientes a las últimas cinco jornadas. Sin apenas sospecharlo, fue ahí donde empezó a labrarse su futuro a tiempo completo como profesional del balompié.
Ocurre que, tras la grave lesión que había sufrido Raúl Fernández, dueño de la portería del primer equipo, y tras los groseros errores cometidos por Nauzet Pérez en su lugar, Josep ya empezó a contar para Pepe Mel en competición oficial, no solo entrenando. En julio del año pasado ya se esperaba que el propio Raúl estuviera de vuelta, pero nada de eso ocurrió (tras diferentes lesiones, continúa recuperándose). Entonces, decisión salomónica: Valles, pese a tener ficha del filial, pasaría a ser un fijo en la rutina de trabajo del primer equipo, lo mismo da que entrenando en la Ciudad Deportiva de Barranco Seco, recién inaugurada, que siendo el sustituto de Josep en los partidos de liga.
Tocaba, pues, esperar su oportunidad de manera paciente. Esta llegó hace justo un año, el 13 de octubre de 2019, cuando el Deportivo visitaba el Estadio Gran Canaria. Josep andaba de viaje con la selección sub 21, y Valles aprovechó su momento. No tuvo tener un debut mejor, pues Las Palmas se impuso con suma autoridad (3-0) y él despachó con solvencia el poco trabajo que tuvo.
Josep volvió a ser titular los tres partidos siguientes, ante Cádiz (2-0), Fuenlabrada (1-3) y Zaragoza (3-0). Una semana después, ante el Alcorcón y de nuevo en la Isla, la suerte de Valles cambió definitivamente. De nuevo, una ‘bendita casualidad’. Ocurre que, en el descaso del partido ante el conjunto alfarero (1-1), Josep pidió el cambio tras abandonar el césped entre lágrimas. Curiosamente, fue protagonista negativo en el gol Diéguez en el descuento (minuto 47), y posteriormente se deslizó que estaba lesionados.
Sea como fuere, ahí estuvo Valles, explotando cuando debía hacerlo. Tras seguir acumulando méritos en aquella segunda parte, el sevillano acumuló 17 titularidades ligueras seguidas para regocijo de propios y extraños y estupor de Josep, que pese a todo fue traspasado en enero al Leipzig (se mantuvo en Las Palmas hasta el verano) y seguía acumulando convocatorias con la sub 21, donde se mantiene. Tras aquel partido de noviembre ante el Alcorcón, y pandemia mediante, no soltó su privilegiada posición hasta el 13 de junio, cuando el Girona, en el primer partido tras el parón, arrancó un empate a cero en su visita a la UD. Josep y Raúl acumularon, la temporada pasada, la msma cantidad de minutos (1.845) y partidos de LaLiga Smartbank (21).
Ahora, y con Álex Domínguez al acecho, Valles, en plena madurez, se consolida como titular en la presente UD Las Palmas. En este inicio liguero, donde ha encajado siete goles, acumula todos los encuentros y minutos posibles, 5 y 450 respectivamente. Y todo empezó por casualidad.