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EIBAR | REPORTAJE

Un entrenador exigente y cercano que se ha convertido en un clásico

Mendilibar es el técnico que más temporadas lleva en Primera (15), categoría en la que ha disputado 403 partidos con 5 equipos, Athletic Club, Valladolid, Osasuna, Levante, y Eibar.

Un entrenador exigente y cercano que se ha convertido en un clásico
Ion Alcoba Beitia ©GTRESONLINE

José Luis Mendilibar, entrenador del Eibar, se ha convertido en un 'clásico' del fútbol. El míster de Zaldibar (Bizkaia), de 59 años, es el técnico en activo que más temporadas lleva en Primera División (15), categoría en la que ha disputado 403 partidos con 5 equipos, Athletic Club (10 encuentros), Valladolid (96), Osasuna (94), Levante (8), y Eibar (195). Lleva 14 campañas consecutivas en la 'liga de las estrellas' y eso no es una casualidad. Exigente a la hora de trabajar y a la vez cercano con los futbolistas y sus colaboradores, se ha ganado el respeto de la profesión, porque hace bien su trabajo sin la necesidad de emplear el látigo.

Supera a otros colegas de profesión más 'ilustres', el chileno Manuel Luis Pellegrini (Betis), el guipuzcoano Unai Emery (Villarreal), y el argentino Diego Pablo Simeone (Atlético de Madrid), quienes llevan 10 ejercicios en LaLiga.

Atesora 403 partidos de liga en la máxima categoría, con un balance de 122 victorias, 110 empates y 171 derrotas, en los que ha sumado 476 puntos (una media de 1,18 puntos por encuentro). Aunque su nombre no es tan conocido como el de otras 'figuras', supera en triunfos en Primera a Pep Guardiola (116 victorias), quien hizo campeón al Barcelona.

Sexta campaña seguida en Primera con el Eibar

Mendilibar cumple su sexta campaña seguida en el club guipuzcoano de Primera, aunque en total son 7 las campañas en las que Mendilibar ha dirigido al Eibar, ya que se estrenó en el banquillo de Ipurua en la 2004-2005 en Segunda División; y luego entrenó al Athletic Club, Valladolid, Osasuna y Levante, hasta que en julio de 2015 retornó a la entidad eibarresa.

Ha dirigido al Eibar en 255 encuentros oficiales entre las dos etapas que ha vivido en Ipurua. Desde que se hiciera cargo del equipo en Primera División en la campaña 2015-2016, el entrenador de Zaldibar se ha sentado en el banquillo azulgrana en 212 encuentros oficiales (195 partidos de liga y 17 de Copa del Rey), cosechando 69 victorias, 55 empates y 88 derrotas.

La entidad eibarresa apuesta siempre al mismo número, porque confía en Mendilibar, el míster que ha asentado a los azulgranas en la 'liga de las estrellas' con un planteamiento valiente y atractivo para el espectador. La nave eibarresa está en buenas manos con Mendilibar al timón.

El Eibar de Mendilibar es un equipo que no se encierra en su área, todo lo contrario, y que busca siempre la victoria con sus hombres cerca de la portería rival. Actúa con mucho riesgo, porque hay mucho espacio entre su defensa y el portero, pero ese atrevimiento arriesgado lo rentabiliza con buenos resultados, porque en Ipurua ha conseguido la permanencia en 5 ocasiones seguidas en la máxima categoría. Puede parecer poco, pero teniendo en cuenta que el equipo azulgrana representa a una pequeña ciudad de 27.000 habitantes, y que está rodeado de grandes e históricos clubes en el País Vasco (Athletic Club, Real Sociedad y Alavés), eso es un gran éxito, comparable a obtener el título liguero en un equipo como el Real Madrid o el Barcelona.

Es un buen gestor de grupos. Saca el máximo rendimiento de sus futbolistas, pero sin fustigarlos. Exige mucho a sus hombres en el césped, pero también es una persona dialogante fuera del campo. Es un buen 'pastor' del 'rebaño', como demostró en el ejercicio 2019-2020, cuando se paró la liga tres meses por el coronavirus. En marzo pasado, el Eibar sólo disponía de dos puntos de renta respecto a los puestos de descenso y se encendieron las luces de alarma. Pero cuando llegó el reinicio liguero en junio -después de dos meses de confinamiento en casa-, los eibarreses rindieron a tope. Había que afrontar un maratón (12 partidos en 5 semanas), y Mendilibar, que confiaba en los suyos, utilizó a todos los jugadores disponibles para mantener fresco a un conjunto que hace un gran despliegue físico presionando mucho al rival. Así, todos los futbolistas fueron titulares al menos una vez en una vuelta a la competición en la que sólo hubo 72 horas de descanso entre duelo y duelo. Esa apuesta por usar todos sus jugadores dio sus frutos, ya que todos remaron en la misma dirección. El Eibar logró la permanencia con dos jornadas de antelación, por delante de clubes históricos como Betis, Alavés, Celta y Espanyol (descendió). El veterano capitán, experimentado en surcar mares revueltos, supo llevar a buen puerto a la nave azulgrana.

José Luis Mendilibar Etxebarria (Zaldibar, 1961) se apoya en su cuerpo técnico, que ha ido completando con el paso de los años, compuesto por Toni Ruiz (preparador físico), Iñaki Bea (segundo entrenador), Josu Anuzita (preparador de porteros) y Andoni Azkargorta (analista de los equipos rivales y asistente técnico). La mayoría de ellos ha trabajado con Mendilibar en otros clubes y le han seguido hasta Ipurua. La excepción es Andoni Azkargorta, quien comenzó a trabajar como ayudante de Gaizka Garitano (actual técnico del Athletic Club), espiando a los conjuntos contrarios, en la campaña 2014-2015, cuando el Eibar debutó en Primera, y siguió ejerciendo esta función cuando llegó Mendilibar en verano de 2015, pero con el tiempo también ha ejercido funciones de segundo técnico cuando Iñaki Bea todavía no tenía la titulación necesaria; aunque ya dispone de ella en el ejercicio actual (2020-2021).

Empezó en el Arratia, en Regional Preferente

Tras su periplo de futbolista (era centrocampista) en el Bilbao Athletic, CD Logroñés, Sestao, y Lemona -clubes de Segunda División y Segunda B-, el vizcaíno 'colgó las botas' en 1994 sin haber podido jugar en Primera División. Siguió vinculado al fútbol como entrenador por inercia, ya que nunca pensó en tal posibilidad cuando era jugador. Con 33 años, comenzó de forma modesta, en el Arratia (temporada 1994-1995), un club vizcaíno de Regional Preferente, al que en su segunda campaña ascendió a Tercera División. Eso le permitió dirigir a equipos de la cantera del Athletic Club (cadete B del Athletic, Basconia, Bilbao Athletic, de nuevo Basconia, y Aurrera de Vitoria).

Su vida cambió cuando decidió irse del País Vasco para aceptar la oferta del Lanzarote, un conjunto de canario de Segunda B al que dirigió dos campañas (2002-2003 y 2003-2004) y en el que coincidió con Toni Ruiz (preparador físico), disputando ambos la fase de ascenso a Segunda. Se había alejado de su familia para labrarse una carrera de entrenador. La apuesta salió bien, ya que el Eibar confió en él para la temporada 2004-2005 en Segunda División, dirigiendo al canario David Silva, con 18 años, quien aprendió mucho a sus órdenes. En la primera ocasión que Mendilibar llevó las riendas de los azulgranas, lucharon por el ascenso a Primera hasta la última jornada liguera, aunque no lo consiguieron. Casi una década después, Gaizka Garitano, a quien Mendilibar entrenó como futbolista en Ipurua en el ejercicio 2004-2005, logró el éxito con el Eibar.

Debutó en Primera en el banquillo del Athletic

La buena marcha del Eibar 2004-2005, le permitió cumplir uno de los sueños de cualquier técnico vizcaíno, entrenar al Athletic Club. Su presidente, Fernando Lamikiz, tras ser incapaz de renovar a Ernesto Valverde -con quien Mendilibar coincidió de futbolista en el Sestao-, le dio la oportunidad al preparador de Zaldibar de debutar en Primera División en el banquillo rojiblanco en verano de 2005. Su experiencia en el Athletic 2005-2006 fue muy corta, sólo 13 partidos oficiales (10 de liga, 1 de Copa del Rey, y 2 de la Copa Intertoto). Todo comenzó a torcerse cuando Lamikiz inscribió al Athletic en la Intertoto, una competición europea inventada para premiar a los mejores con un puesto en la Copa de la UEFA. El problema es que la Intertoto comenzó el 2 de julio, demasiado pronto, lo que obligó a trastocar la pretemporada. El 9 de julio, el Athletic fue eliminado en los penaltis en una eliminatoria a doble partido ante el Ecomax Cluj rumano, en la que ambos conjuntos ganaron 1-0 en sus respectivos campos.

Su estreno liguero fue mejor, con una victoria en un derbi Athletic-Real Sociedad (3-0) en San Mamés el 27 de agosto de 2005. Fue el único triunfo que consiguió en los 10 encuentros de Primera que dirigió (1 victoria, 3 empates, y 6 derrotas) antes de ser cesado por Lamikiz y sustituido por el entonces más experimentado Javier Clemente. Mendilibar pagó la novatada. Los 'pesos pesados' del vestuario rojiblanco no apoyaron a un técnico que obligaba a los futbolistas a meterse en una cuba con agua fría (con hielos dentro) después de los entrenamientos para prevenir lesiones musculares. Algunos 'entendidos' dijeron entonces que la Primera División le venía muy grande. Se equivocaron.

Cogió al Valladolid en Segunda, lo ascendió y lo mantuvo

La carrera de Mendilibar se relanzó en el Valladolid 2006-2007, que estaba en Segunda División y quería un equipo que jugara con el mismo descaro que el Eibar lo había hecho dos campañas antes en la división de plata. El equipo pucelano, donde jugaba como defensa central el hoy segundo entrenador azulgrana (Iñaki Bea), consiguió una racha de 29 partidos de liga sin conocer la derrota -récord de imbatibilidad en Segunda- que le dio el ascenso a Primera cuando todavía faltaban 8 jornadas ligueras para el final de un histórico ejercicio 2006-2007 en el que el Valladolid fue campeón liguero batiendo la marca de mejor puntuación (88 puntos).

Así, Mendilibar volvió a Primera, logrando la permanencia con los castellanos en las dos siguientes campañas (2007-2008 y 2008-2009). Fue destituido en su cuarto ejercicio (2009-2010) en el Nuevo Zorrilla tras la jornada 20, el 1 de febrero de 2010, por los malos resultados. Su sustituto, Onésimo Sánchez no pudo enderezar el rumbo de la nave blanquivioleta, que acabó descendiendo a Segunda. En Valladolid guardan un buen recuerdo suyo y una peña todavía lleva su nombre.

Sustituyó a Camacho en el Osasuna y también estuvo 4 campañas

Estuvo más de un año sin pisar los terrenos de juego, ya que el 14 de febrero de 2011 suplió al cesado José Antonio Camacho en el Osasuna 2010-2011. Debutó en la jornada 24 con un triunfo (4-0) ante el Espanyol en El Sadar. En 15 encuentros ligueros obtuvo 8 triunfos, un empate, y 6 derrotas, lo suficiente para lograr la permanencia sin apuros. Eso le permitió completar otros dos ejercicios completos (2011-2012 y 2012-2013) en Pamplona, en los que se comprobó que la 'garra' de Mendilibar se adaptaba bien al bravo equipo navarro. En la campaña 2011-2012 el Osasuna acabó séptimo clasificado, a solo un punto de entrar en competición europea. El cambio en la presidencia del club rojillo le perjudicó -Pachi Izco lo dejó tras una década y en las elecciones del del 30 de junio de 2012 ganó Miguel Archanco-, porque aunque comenzó la temporada 2013-2014 en el banquillo, fue cesado por Archanco tras 3 derrotas seguidas en las 3 primeras jornadas ligueras. Su sustituto, el pamplonés Javi Gracia (actual técnico del Valencia), tampoco pudo reflotar la nave osasunista, que bajó a Segunda tras 14 campañas seguidas en Primera.

La siguiente aventura de Mendilibar también fue efímera, ya que en el Levante 2014-2015 sólo estuvo 8 jornadas ligueras, en las que cosechó una victoria, 2 empates, y 5 derrotas. Fue relevado por Lucas Alcaraz, con el que los valencianos lograron la permanencia. La forma de jugar de Mendilibar, con el equipo defendiendo muy arriba, era completamente diferente a la que el Levante había actuado antes con Joaquín Caparrós de inquilino en el banquillo levantinista, con la zaga más replegada. Además, se había quedado sin uno de sus puntales, el portero Keylor Navas, un seguro atrás.

Al ser cesado tan pronto, Mendilibar tuvo tiempo de conocer bien al Eibar, que en la campaña 2014-2015 debutó en Primera con Gaizka Garitano, su alumno, como entrenador. El técnico de Zaldibar era asiduo de Ipurua, aprovechando la cercanía con su Zaldibar natal (9 kilómetros), donde sigue viviendo con humildad, como antes de haberse convertido en un clásico en el fútbol profesional.

Curiosamente, Mendilibar relevó en el Eibar a Gaizka Garitano, quien no siguió tras el descenso a Segunda División en mayo de 2015. Sin embargo, poco después ascendió en los despachos por el descenso administrativo del Elche. Un juez de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) tomó la decisión el 5 de junio de descender al Elche por sus reiterados impagos a Hacienda. El 1 de julio de 2015, Mendilibar (fue presentado la víspera) volvió al equipo eibarrés con Alex Aranzabal de presidente azulgrana. Entonces todavía no se sabía si el Eibar jugaría en Primera o en Segunda -a mediados de julio el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) ratificó la decisión de la LFP-, pero Mendilibar apostó por una entidad que conocía a la perfección. El Eibar siguió en Primera y con Mendilibar se ha consolidado en la élite.