Garitano inició con menos puntos, pero más firme que Martí
El curso del ascenso el Leganés sumaba 5 puntos por los 6 que tiene ahora, pero también sufrió menos derrotas. Una de las claves de aquel éxito fue no perder cuando no podía ganar.
El Leganés suma sólo seis puntos en las primeras cinco jornadas. Las dudas zarandean el proyecto de José Luis Martí, equipo llamado a ser uno de los gallitos de la categoría tras descender de Primera. El retorno es objetivo máximo por Butarque. La única vez que lo consiguió tuvo, sin embargo, un arranque más flojo en lo que a puntos se refiere. Con Asier Garitano al frente, en las primeras cinco jornadas de la temporada 2015-2016 los pepineros sólo sumaron cinco, eso sí, con menos derrotas que actual equipo blanquiazul: dos frente a las tres que ya tiene en su haber Martí.
Una temporada antes, en la 2014-2015, y también con Garitano al frente, el Leganés acumuló los mismos seis puntos que tiene ahora en su casillero y también lo consiguió con un mejor bagaje de derrotas: un triunfo, tres empates y apenas un partido perdido. Fue este factor, el de no perder en aquellos partidos que tampoco podía ganar, una de las claves con las que los madrileños consiguieron la gesta de asaltar la élite del fútbol español y sobrevivir entre losmejores. La génesis de su éxito, seña de identidad del ‘Garitanismo’.
Porque aquel Leganés de la 15-16 arrancó asido, otra vez, al anhelo de mantener la categoría y en ese afán por no despeñarse en cada encuentro primó más la protección que el intento de dañar al contrario. Conclusión: de los catorce partidos que empató en todo el campeonato, diez los consiguió en la primera vuelta de la Liga. A ello hay que añadirle su capacidad para evitar derrotas a lo largo de todo el curso. Fue el segundo equipo de la categoría que menos duelos perdió, con ocho debacles, apenas por detrás del Nàstic de Tarragona, que perdió siete y acabó 3º.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Próximos partidos |
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Sucede, sin embargo, que el Leganés de Martí es un equipo mucho más ambicioso precisamente por ser heredero de un pasado de gloria. Tras caer del Olimpo, al Leganés se le exige la excelencia de ser, de nuevo, conjunto de Primera. Y para tal fin se ha propuesto el entrenador mallorquín hacer un equipo de marcado talante ofensivo. Curiosamente tanta vocación atacante se ha convertido en su talón de Aquiles, con alineaciones sobrepobladas de delanteros que desequilibran la pizarra.
En esa pugna de contrastes, este Lega sólo sabe ganar o perder (más lo último que lo primero) sin haber todavía catado el regusto de empates que, en determinados en encuentros, seguro que habrían sabido a victoria. Como ante el Castellón o el Girona, las dos últimas derrotas que han generado dudas imprevistas en el proyecto pepinero.