Las dudas zarandean el proyecto de Martí en el Leganés
Los pepineros han sumado sólo seis puntos de quince posibles. Encajan más goles que los que anotan pese a gozar de una delantera envidiable. Preocupa la imagen y el juego.
La temporada en Segunda División apenas suma cinco jornadas, pero las dudas ya han comenzado a zarandear el proyecto de José Luis Martí en el Leganés. Es la consecuencia de un escaso bagaje de puntos (seis de quince posibles) y una irregular imagen en un equipo llamado a ser uno de los candidatos al ascenso. El final de octubre, con cinco partidos apretados en tres semanas (tres en casa, dos fuera) serán clave para evaluar el devenir de este proyecto (quizá también de un banquillo) que, por ahora, transmite muchas más incógnitas que certezas.
Y algunas de esas certezas, lejos de ser positivas, ahondan en el desconcierto. Es seguro, por ejemplo, que el Leganés es un equipo con clara tendencia a partirse en dos. Su sistema, más que el proclamado 4-4-2 es un 4-2-4 en el que los delanteros y extremos no bajan a ligar con el resto del bloque. Los rivales lo aprovechan creando superioridad numérica en la retaguardia pepinera.
Además, cuando el Leganés tiene el balón, no consigue gobernar como le gustaría. Sus ataques se basa más en oleadas que regularidad en la posesión y el dominio al contrario. Tendencia que se explica a través de la ausencia de centrocampistas y la sobreabundancia de delanteros.
Martí entona el mea culpa
Ahí la responsabilidad directa es de Martí. Al menos es lo que el propio técnico admitió ayer en sala de prensa tras caer ante el Girona. “Quizá es momento para plantearme si tenemos que jugar con tanta gente ofensiva o es mejor tener más gente en el centro del campo para tener más seguridad”, disparó apenas comenzada la comparecencia.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
|---|
| Próximos partidos |
|---|
“Nosotros creemos que tenemos jugadores de un perfil ofensivo que nos pueden dar trabajo. Que pueden juntarse y darnos en el aspecto defensivo”, continuó antes de desvelar que también él les pide a sus futbolistas ofensivos que ocupen espacios arriba más que replieguen constantemente.
“Somos un equipo que queremos estar lo más arriba posible para no exigirle demasiado trabajo defensivo a los jugadores de ataque para recuperar el balón lo más arriba posible. Pero sí que es cierto que cuando el rival te somete a una presión y te mueve en largo para propiciar esa segunda jugada, y no replegamos, nos hace sufrir”, añadió.
Desequilibrio entre ataque y defensa
Es cierto que el Leganés genera peligro. De hecho, en lo que llevamos de curso es el tercer equipo que más remata con 41 tiros. Pero ese torrente ofensivo carece de la puntería que se le supone a sus delanteros. Ayer, por ejemplo, acumularon doce remates, pero sólo cuatro fueron entre palos. Ninguno con gol. Un desatino que en días de fútbol gris ahonda más la desesperación del grupo y aumenta el boquete defensivo, el otro gran lastre de los blanquiazules.
Solo en la primera jornada, ante Las Palmas, el Leganés logró dejar la meta a cero. Desde entonces, siempre ha encajado frente a rivales que se suponían en algunos casos inferiores, como fue el caso de los recién ascendidos Cartagena y Castellón. También ante el Lugo. Los únicos puntos el casillero de los gallegos pertenecen a la victoria que consiguieron ante el Lega. Ayer le ocurrió lo mismo al Girona, que se estrenó en territorio pepinero gracias al único gol que han anotado por ahora los catalanes.
El Leganés es el 8º equipo al que más rematan, con 40 tiros en contra de los que seis acabaron en gol. A una media de 1,2 por encuentro, por encima de la media de goles anotados, que es de gol por encuentro. Pese a gozar de uno de los frentes ofensivos más nutridos de Segunda, el Lega sólo ha hecho cinco goles y tres se concentraron en un único duelo, frente al Cartagena. Radiografía de irregularidades que pintan un lienzo de inseguridad. Las dudas zarandean al Leganés.