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PORTUGAL-ESPAÑA

La Roja para a Cristiano: tres goles, su mejor no gol y la 'injustiça'

El portugués apeó a la Roja siendo casi juvenil de su Eurocopa pero perdió en el Mundial de 2010 y en 2012. En Rusia, marcó por primera vez a España y fue un hat trick.

La Roja para a Cristiano: tres goles, su mejor no gol y la 'injustiça'
Jasper JuinenGetty Images

Pocos clubes y selecciones en el mundo pueden presumir de no haber sido en ninguna ocasión víctima de Cristiano Ronaldo ya sea con el Sporting, el United, el Real Madrid, la Juve o la selección portuguesa. Con 742 goles entre partidos con clubes y con su selección, pocas son las porterías y los guardametas que le han impedido anotar en su carrera.

Esta noche, tendrá una nueva oportunidad de aumentar su cuenta ante España. El delantero de Madeira persigue el récord del iraní Alí Daei, máximo goleador de la historia del fútbol internacional pero la Roja es una de las grandes murallas que le cuesta saltar a Cristiano Ronaldo. En cinco partidos, el luso le ha marcado tres goles pero todos fueron en el último encuentro en el Mundial de Rusia donde le marcó a España catorce años después de la primera cita.

Esta llegó en el verano de 2004. Cristiano Ronaldo sería el jugador revelación de aquella Eurocopa cuando aún era un joven y veloz extremo de mechas rubias. Apenas un crío. Aquella tarde en Faro, el 17 (el 7 era propiedad de Figo) le dio la tarde a Vicente Rodríguez y Raúl Bravo pero se fue sin el premio del gol, aunque lo tuvo cerca. Aún si, apeó a España en fase de grupos. 

Tampoco lo logró en 2010, la primera vez que se estrelló con la muralla de España. La Roja y Portugal se cruzaban en octavos del Mundial con Cristano recién llegado a Madrid. El luso sufrió por el planteamiento ultradefensivo de Queiroz que le obligaba a arrancar y sacar partido a su endiablada velocidad a demasiada distancia de la portería de Casillas. El luso forzó unas cuantas faltas y en una, con disparo envenenado por el traicionero efecto del Jabulani, complicó bastante la vida al meta de Móstoles. Su desesperación fue en aumento al no conseguir el gol y la FIFA no desaprovechó ni un plano de cada expresión de rabia del de Madeira. Fue el otro 7, David Villa, el que hizo el gol y dio el pase a España.

Ese mismo año, Cristiano tuvo una media venganza. En un amistoso como el de este miércoles, Portugal se impuso a 4-0 con el 7 jugando con cierta rabia. España le sometió a un marcaje doble y las ayudas entre el medio y la defensa eran constantes para pararle. Antes de los 10 minutos, Cristiano estaba intranquilo después de varios choques con los jugadores españoles y entró duro a Busquets. Piqué, su ex compañero en el United, tuvo que pedirle calma. Su momento llegó pasada la media hora. Carlos Martins le dejó solo con un buen pase al hueco y Cristiano encaró el área para hacer una de sus mejores jugadas de su carrera. Esprintó hacia el área, frenó en secó y tumbó a Piqué, la pisó para evitar la presión de Xabi Alonso desde atrás y lanzó una preciosa vaselina que superó a Puyol y Casillas que poco más pudieron hacer que mirar y esperar... a que Nani la tocara y anulara el gol del 7 por fuera de juego. El cabreo del ahora juventino fue antológico tras conseguir su mejor no gol ante la selección española. 

Un nuevo revés y otra media venganza

La Eurocopa de 2012 supuso un nuevo cabreo de Cristiano Ronaldo ante España. Esta vez, ambas selecciones se encontraban en semifinales y Cristiano volvió a ser el foco del ataque portugués. Una vez más, el balón parado fue la vía que buscó para derribar la muralla española pero no pudo. La defensa de La Roja volvió a parar al de Madeira y se fue de vacío en un partido que acabó 0-0 y se tuvo que resolver en los penaltis. El delantero esperó que llegara el quinto pero eso nunca sucedió después de los fallos de Moutinho y Bruno Alves. Ahí, dejó una imagen icónica de estos derbis ibéricos: un plano corto en el que aparecía murmurando a cámara repetidas veces que el resultado le parecía una "injustiça".

En Rusia casi encontró su redención. En el Mundial de 2018, el 7 le hizo un hat-trick a la Roja. En el minuto 2, le sacó un penalti a Nacho que él mismo anotó consiguiendo su primer tanto contra España. Al borde del descanso y con ayuda de De Gea, el de Madeira logró su segundo gol con un disparo potente desde fuera del área y ponía el 2-1 antes del descanso. En el 86, logró el tercero que ponía el definitivo empate a tres con una falta desde la frontal que dejó a todos mirando. Un clásico 'tomahawk' del delantero que no consiguió el premio completo de los tres puntos ante la Selección.

Hoy, nueva oportunidad del exmadridista para tratar de romper la muralla y acercarse al récord que tanto desea. Como desde hace una década, se volverá a encontrar con Sergio Ramos, Busquets y Jesús Navas, los pocos que quedan de aquellos enfrentamientos en los que salió cara y victoria final para la Roja.