Odegaard y su vuelta al Madrid: "No fue un drama, no hubo gran discusión"
El futbolista noruego atendió a los medios de comunicación de su país: "Puedo jugar en diferentes posiciones, tanto en el centro del campo como en un rol más de '10'".
Martin Odegaard, convocado con Noruega, ha hablado con los medios de comunicación de su país antes del primer partido del parón internacional. El futbolista ha explicado cómo se gestó su regreso al Real Madrid, pese a que la idea era que pasara dos años cedido en la Real Sociedad. Además, reveló que fue Zinedine Zidane el que llamó a su puerta para conseguir que volviese. Sus conversaciones con él son frecuentes, aunque no han tratado abiertamente el tema de su posición en el césped. Para el noruego, es indiferente en qué puesto jugar siempre y cuando tenga minutos. También, recordó sus temores cuando la rodilla o el coronavirus se pusieron en su camino.
Vuelta al Bernabéu: "De primeras se habían previsto dos años en la Real Sociedad, pero recibí una llamada del Madrid que me querían de vuelta. Entonces fue algo natural y se resolvió rápido, no fue un drama. No hubo una gran discusión. Siempre he tenido el objetivo y el sueño de jugar ahí".
Zidane: "Hablé con él, sí. Tanto él como el club me querían y así resultó".
Conversaciones: "No hubo una discusión violenta. Tenían claro que me querían y yo siempre lo he tenido como meta y como un sueño. Ellos querían y nosotros lo hicimos".
Posición natural: "Realmente no hemos hablado mucho de mi posición. Puedo desempeñar varios roles diferentes, tanto en el centro del campo como en un rol más de '10', como jugué cuando había dos delanteros. Puedo jugar también en diferentes formaciones. Juego donde quiera Zidane y, si tengo la oportunidad, me da un poco igual donde sea".
Coronavirus: "Me estresé un poco y pensé en los siguientes partidos, también en los de la selección. Todo en una noche. Afortunadamente fue una falsa alarma".
Problemas de rodilla: "Nunca me preocupé por el futuro y nada por el estilo. Hubo más frustración en la recta final, por la sensación de no poder dar todo ni estar al nivel que quieres. Fue más bien frustración, pero nunca le tuve miedo a largo plazo".