Nacho se hace fuerte
Llevaba 241 días sin ser titular, desde febrero, pero en La Cerámica no acusó la inactividad. Tuvo ofertas este verano, pero decidió seguir en el Madrid.
No era fácil la papeleta que tenía Nacho (Madrid, 30 años) el pasado domingo. Zidane llegaba a La Cerámica sin laterales derechos puros (Carvajal y Odriozola se habían lesionado en 48 horas) y tocaba improvisar un parche de emergencia para el carril. Tres nombres propios lideraban ese baile de cartas: Lucas Vázquez, Mendy y Nacho. El elegido fue el madrileño, que sudó, remó y cumplió. Volviendo fortalecido de Castellón.
Llevaba 241 días sin ser titular, desde la trágica eliminación copera en casa ante la Real Sociedad (3-4). Tras ese día, las lesiones y las decisiones técnicas le relegaron a un segundo plano. Fue perdiendo ritmo, pero no fuelle. Desde entonces el Madrid jugó 21 partidos, pero Nacho sólo participó en uno: la última jornada de la pasada temporada, en Butarque y saliendo en el descanso (45'). En otros 15 se quedó fuera de la convocatoria por lesión y en cinco, incluido el partido en el Etihad, no salió del banquillo.
Unas molestias en el muslo encendieron las alarmas, mandándole a la enfermería 37 días. Poco a poco fue recuperando la forma y la confianza, hasta el punto que en La Cerámica cuajó un buen partido ante el Levante. Jugando en el lateral derecho hizo lo que mejor sabe hacer: no fallar. Ni una floritura, nada. Sabiendo que físicamente el duelo iba a ser exigente y que tenía que dosificarse, se limitó mucho en las subidas, pero en defensa cerró el costado y se marchó dejando la portería a cero.
Contrato hasta 2022
A sus 30 años acaba de superar los 200 partidos con el primer equipo (201). En total son 14.756' los que ha disputado con el Real Madrid, marcando 11 goles (algunos memorables como aquel para tumbar al PSG en Champions) y dado 7 asistencias. Nunca ha visto una roja directa, pero sí ha sido expulsado dos veces, ambas por doble amarilla. Acumula 37 cartulinas con el primer equipo. Le quedan dos temporadas de contrato y, aunque este verano tuvo ofertas, finalmente decidió quedarse en el club de sus amores, el Real Madrid. A pesar de las lesiones y los meses sin jugar, el rol de 'cumplidor' y 'correcto' se mantiene intacto. Nacho se hace fuerte, sigue siendo Nacho.