Lucas revienta al Athletic
Salió tras el descanso y agitó un derbi muy táctico. Marcó Ely de falta. Debutó Berenguer pero apenas tocó la pelota. Garitano ha agotado su crédito.
Lucas Pérez, el más rebelde de la pradera, fue el absoluto agitador de un partido encorsetado en el que todos parecían brindar por el empate. Su puesta en escena tras el descanso fue como un banderazo de salida en una carrera frenética para desnudar las miserias de este Athletic en caída libre. Ni la fresca irrupción de Berenguer saca a los leones de una dinámica deprimente. Williams y Muniain, sus jugadores franquicia, siguen en las catacumbas y el grupo se limita a esperar alguna picardía de Raúl García, que conoce el oficio como nadie y aplica todas las habilidades que le ha dado estos mil años en el fútbol. Ni un tiro entre los tres palos durante los 95 minutos. Así anda el cuadro de San Mamés. Casi consigue marcar en los segundos finales el propio Raúl, pero su remate, que se iba fuera, fue despejado por si acaso por Pacheco. Hay demasiados jugadores fuera de forma, o casi ninguno parece a un nivel de Primera. El Alavés llevaba seis partidos sin marcar en casa, hasta que llegó el buen samaritano.
Ely, quién si no, el mismo que el año pasado y en la portería de entonces, decantó el derbi de Mendizorroza. El Athletic va a pedir que le retiren el pasaporte cada vez que tenga que viajar al estadio vitoriano, donde no gana desde 2003, con Heynckes. Machín empezó a dictar el discurso del partido desde su pizarra. El 3-5-2 es flexible, la línea de atrás gana una pieza sin el balón, ya que Duarte retrasa su posición. El problema es que con tres centrales, Garitano mandó hacer de 'limpiaparabrisas' a Williams, su único punta, de un lado a otro, y no sabía ni a quién atender a la hora de presionar.
Pons y Pina fueron infinitamente superiores al centro del campo rojiblanco. El choque era muy táctico. El Athletic se fue metiendo cada vez más atrás ante el empuje babazorro. En el tramo final del primer tiempo se equilibró el juego. Sin un juego brillante y con ciertas dificultades, el equipo fue mejorando y generó hasta tres situaciones claras en el área rival. Y de nuevo, la falta de precisión en los últimos metros les penalizó. El propósito había sido hasta entonces desactivar al contrario, jugar al empate y dejar las armas para la continuación. Los leones reaccionaron lograron al fin poner coherencia y mostrar destellos. Tres balones cruzados hicieron dudar unos instantes a la sólida estructura albiazul.
Yuri desfiló lesionado en el tobillo. Como todo había quedado pendiente para un minipartido de 45 minutos, el que acertara con los cambios, tenía mucho que ganar. Y ese fue Machín, que puso a un Lucas que dinamitó el anodino derbi. El plus de intensidad local durante los 15 minutos iniciales decantaron la balanza. La poca atención de gente como Núñez y Balenziaga fue desesperante.
El punta gallego primero robó la cartera a Núñez (¿de verdad el Athletic no puede reconsiderar su postura y ceder a este central que va a pifia de gol por partido?), luego aprovechó un pase profundo de Pina para plantarse ante Simón, con la leve oposición del propio Núñez, y rozar el gol; sacó la falta del 1-0; y finalmente tiró un caño, cedió a Pons y este metió un pase precioso para que Joselu rematara y obligase a un paradón a Unai Simón. El Alavés salió mucho más dinámico y decidido del vestuario, aunque el derbi fue menos vibrante de lo que cabía esperar. Nadie se descamisó por la victoria. Por momentos, las porterías parecían adornos puestos por el ayuntamiento.
En el bando visitante entraron Morcillo y Muniain por Sancet y Córdoba. En este caso, la vitamina que llegó desde el banquillo fue mínima. El Glorioso incidía en lanzar balones a la espalda de Capa y que se disputaran unos contra unos ante Núñez. Berenguer pudo debutar, como extremo derecho, pero no le dio tiempo casi ni a tocar el balón. Duarte cometió un error mayúsculo y se borró con dos amarillas en medio minuto, la segunda por sacar el brazo ante Raúl García en lugar de meter el cuerpo y proteger la pelota. Si llegar a las porterías era un viaje lunar, a los leones se les hacía como una aventura a Júpiter. El cuadro local se atrincheró con su valioso 1-0 y dejó que el Athletic profundizara en su crisis. Garitano ya no tiene crédito. Sacó al club del mayor apuro de su historia hace dos años, pero ya, se acabó, gracias, y ahora es otro el que debe emprender el despegue.
Machín: "Hemos sido superiores y merecedores de la victoria"
El entrenador del Deportivo Alavés, Pablo Machín, valoró tras el primer triunfo de su equipo que fueron "superiores y merecedores de la victoria" y que incluso pudieron anotar algún gol más que les hubiese dado tranquilidad. El soriano comentó en rueda de prensa que el Alavés trabajó muy bien en la primera mitad donde no concedieron facilidades a los bilbaínos y que el principio del choque fue "para no equivocarse". Posteriormente celebró que el equipo soltara más en la segunda mitad, creara ocasiones y apuntó que Fernando Pacheco no tuvo que intervenir en ninguna acción. "Siempre trabajamos para conseguir victorias que dan tranquilidad y confianza para seguir evolucionando y habíamos hecho más méritos que puntos, pero esto nos reconforta y nos ayuda", reconoció el preparador babazorro que quiso dedicar la victoria a sus aficionados que todavía no pueden acudir al estadio y que también disfrutaron de la victoria la temporada pasada. A pesar del buen juego del equipo en otros partidos, Pablo Machín explicó que no solo pueden "vivir de sensaciones y de buen trabajo" y deben corroborarlo con puntos. "Teníamos el partido marcado en rojo porque es el anterior al parón y nos va a venir bien para reforzar el trabajo", desveló el técnico, que comprendió que cuando no se consiguen victorias es normal que las dudas aparezcan. "Tenía claro que la línea de trabajo nos iba a dar resultados", aseguró el entrenador castellano que no quiso personalizar el triunfo en ningún jugador y valoró la aportación de todos sus pupilos. —EFE
Garitano: "Estoy convencido de que el equipo es capaz de cambiar la dinámica"
El entrenador del Athletic Club, Gaizka Garitano, dijo que está "convencido de que el equipo es capaz de cambiar la dinámica" después de perder contra el Alavés y aseguró que se encuentra "con ganas de trabajar y revertir la situación". El técnico vizcaíno explicó en rueda de prensa que su equipo hizo los mismos remates que el Alavés, pero no entre los tres palos, y reconoció que le cuesta hacer gol. "Llevo tiempo en el fútbol y he estado en todo tipo de situaciones", puntualizó, y recordó que llegó al Athletic cuando estaba en descenso y sabe lo que es. "Estamos preocupados porque no hemos hecho un buen comienzo de liga pero llevamos cuatro jornadas", señaló Garitano, que destacó que Lucas Pérez reactivó a su rival en el arranque de la segunda mitad. —EFE