Misa, cara y cruz: de los paradones al autogol
La portera del Real Madrid se lució en la primera parte gracias a sus grandes intervenciones, pero acabó desinflándose tras el autogol y el 0-4 del Barça.
Cara y cruz de la portera canaria Misa en el primer Real Madrid - Barcelona de la historia del fútbol femenino. La guardameta blanca realizó una magnífica primera mitad, con intervenciones de mérito, pero acabó desinflada en la segunda, tras meter un balón en su propia portería y acabar con un 0-4 en el marcador.
Incorporada este mismo verano, Misa debutaba en la portería del Real Madrid como titular en la primera jornada de la Primera Iberdrola. La canaria, que ya había jugado en la máxima categoría la pasada campaña con la camiseta del Deportivo, empezó muy concentrada y parando absolutamente todo lo que llegaba a su área.
La primera que se topó con la guardameta madridista fue Graham Hansen, con un libre directo ajustadísimo al palo que Misa mandó a córner con una gran estirada (12'). Después, Alexia probó suerte con un chut a la escuadra, que la portera canaria volvió a desviar a córner (19'). Ya en el 22', salvó un mano a mano a Marta Torrejón y en el 42' un testarazo picado de Aitana Bonmatí. Misa fue la encargada de mantener el 0-1 al descanso. En cambio, en la segunda parte, se desmoronó...
Corría el minuto 55 cuando Graham Hansen protagonizó una excelente internada en el área en la que dejó atrás a Marta Corredera y, tras su intento de pase, el balón daba en Babbet y posteriormente en Misa antes de colarse en el fondo de la portería blanca. Era el 0-2. En el tercer tanto azulgrana, de Martens, la canaria llegó a tocar el balón, pero no con la suficiente fuerza como para evitar que entrase en la portería. Tras el cuarto, de Alexia Putellas, Misa ya estaba rendida.
Debut amargo, como decía la propia portera en su cuenta de Twitter. Cara y cruz en un partido inolvidable, pero con una segunda parte para olvidar...