Oyarzabal se exhibe, Portu alardea
Oyarzabal en su partido 200, Merino y Portu certifican la superioridad txuri-urdin ante un Getafe irreconocible que cosecha su primera derrota en esta liga.
La Real Sociedad recuperó el gol perdido en el momento más oportuno para superar con claridad a Getafe irreconocible en muchos momentos del partido, a merced de su rival, con menos intensidad de lo que acostumbra y compitiendo peor que los donostiarras. El equipo de Imanol Alguacil fue superior a los azulones en casi todas las facetas del juego, y certificó su dominio con tres goles, uno de penalti antes del descanso de Mikel Oyarzabal, y otros dos en la segunda parte en dos minutos inspirados de Merino y Portu, después de ir creciendo poco a poco, y buscando más que su rival un triunfo necesario después de la derrota contra el Valencia. Quizá el resultado sea demasiado abultado, pero la realidad es que la Real fue mejor, jugó mejor y compitió mejor, anuló al Getafe, que se pareció poco al Getafe, y todo lo que no les entró a los txuri-urdin entre semana, esta vez sí que fue para dentro.
No iba a empezar de otra forma el partido en Anoeta. Lo contrario hubiera sido un sorpresón descomunal. La Real empezó valiente con el balón, intentando dominar el partido desde la posición, y el Getafe bien replegado en defensa, tratando de contener el fútbol de los realistas y salir rápido al contragolpe para aprovechar la velocidad del Cucho Hernandez y los desmarques de Ángel Rodriguez. Un fútbol directo que otros años ya le ha dado buenos réditos en San Sebastián. Pero esta vez la Real no estaba dispuesta a regalarle nada. No le dejó correr, presionó más arriba y atacó la espalda de sus defensas con mucha intención, la de evitar una presión alta de los de Bordalás que le solía complicar su juego. Eso provocó que el Getafe se tuviera que hundir delante de su portero, lo que permitió a la Real adueñarse del centro de campo, gracias al enorme sentido táctico de Zubimendi y a las cabalgadas por las bandas de Oyarzabal y Portu, apoyados por un inmenso Gorosabel (una vez más).
Todo eso provocó la llegada del 1-0, por un penalti discutido, pero que con la norma actual es mano de Oliveira. Sin discusión. Hace años hubiera sido otra historia. Y otra cosa es que la norma guste más o menos. Mikel Oyarzabal asumió la responsabilidad para celebrar con un gol su partido 200 en la Real Sociedad. El capitán realista siguen sin fallar desde los once metros (10 de 10 en Primera) y ponía en franquicia a una Real que con el resultado a favor se sintió más cómoda en los minutos finales de la primera parte, generando ocasiones claras que Isak no estuvo certero para ampliar diferencias, especialmente con un remate de cabeza un poco forzado a centro de nuevo de Portu. La Real llegó creciendo al descanso y el Getafe tocado.
La segunda parte comenzó con el Getafe dando un paso adelante en busca del empate, pero fue solo un espejismo. Porque después de algún acercamiento tímido, fue perdiendo gas y estuvo ya siempre a merced de una Real que fue creciendo con el paso de los minutos y que solo necesitó dos minutos de inspiración para matar el partido. Una falta lateral de Oyarzabal que Merino envió al fondo de la red después de un error en la marca clamoroso de Oliveira. Y justo después un balón largo en el que Etxeita se duerme, Portu le gana la partida y cierra la goleada con una sutil vaselina. Victoria justa de una Real que recuperó el gol cuando más lo necesitaba ante un Getafe que sorprendentemente dejó de competir y perdió algunas de sus señas de identidad. Tan claro lo vio Imanol que hasta hizo debutar en Primera al central francés Sagnan, uno de los fichajes más polémicos de los últimos años en la Real, que se estrenaba en la máxima categoría más de un año después de aterrizar en San Sebastián. Y si Bordalás quiere fichajes que le vuelva a poner el vídeo de este partido a Ángel Torres. Igual entonces el presidente azulón se lo piensa y le hace más caso.