Achraf y Alexis, decisivos en el triunfo 'loco' del Inter
Los nerazzurri tumbaron 4-3 a la Fiorentina remontando dos veces a la Viola. Conte triunfó gracias a sus revulsivos: Achraf (en su estreno) y Sánchez, ambos con asistencia.
El Inter empezó su liga con un triunfo de los que le gustan a su hinchada. Fue al puro estilo ‘loco’ que le dio el nombre a uno de los himnos del club. Los milaneses tumbaron 4-3 a la Fiorentina en un partido inolvidable, que la Viola parecía tener en el bolsillo y que perdió en el último minuto debido a los revulsivos interisti.
La Viola, no obstante, había dejado claro que la noche nerazzurra iba a ser complicada nada más empezar. En el 3’, un centro de Biraghi rebotó entre Bonaventura y Kouame en el área chica. El italiano cedió el esférico al marfileño, que lo empujó sin apuros en la puerta vacía.
Los de Iachini tuvieron más ocasiones para el 0-2 y el único susto que les dieron los locales fue un penalti, por una falta de Cáceres sobre Lautaro, que el árbitro canceló tras haber revisado las imágenes del VAR. Paradójicamente, los toscanos encajaron el 1-1 a instantes del descanso… Con un contragolpe. Barella cedió a Lautaro, que en el límite del área se encaró con la zaga viola y puso el balón por la escuadra.
El ‘Toro’, en el arranque de la segunda parte, le dio la vuelta a la tortilla con una jugada personal. Penetró en el área con fuerza y su tenacidad tuvo premio ya que Ceccherini desvió en propia puerta su disparo. Ahí, en el peor momento de su equipo, apareció la inmensa clase de Ribéry.
El francés, a sus 37 años, es como Ibrahimovic la prueba de que la calidad no tiene edad, y con dos geniales asistencias para Castrovilli y Chiesa lideró la remontada de la Fiore. Faltaba media hora, pero Conte tenía muchas armas para volver a cambiarle el guion al partido.
El técnico quitó a Eriksen (otra vez decepcionante), Young, Barella, Brozovic y Perisic, y puso a Vidal, Sensi, Nainggolan, Achraf y Sánchez. Los últimos dos fueron decisivos: el exmadridista celebró su estreno italiano con una asistencia para Lukaku, que empató en el 87'. El chileno, por su parte, dos minutos después puso un centro perfecto para el testarazo de D’Ambrosio, que valió el 4-3 final. El Inter todavía tiene varios defectos, pero también una certeza: su plantilla es larga lo suficiente para volver a soñar.