Cortar la sangría de goles evitables, objetivo del vestuario y de Gracia
Los che consideran que tres de los cuatro goles que han recibido han llegado tras acciones evitables y confían en corregirlo ante el Huesca, donde no estará Gabriel Paulista.
En apenas dos jornadas la afición valencianista ha podido contemplar que el Valencia de Javi Gracia ha evolucionado en diversas facetas del juego en relación al curso pasado. Además de practicar un fútbol más directo, el navarro ha dotado a los suyos de la actitud guerrera que tanto gusta en la capital del Turia y que casi les sirve a los che para arañar un punto en Balaídos pese a que cuajaron una mala noche. No obstante, la gran lacra de Gracia y su equipo sigue siendo la misma que la de todos los Valencia post Marcelino: los goles encajados.
Cuatro tantos en dos partidos son demasiados para un equipo que, por lo menos, va a intentar pelear por los puestos europeos. La alta presión de Javi Gracia y la mejora en la actitud no ha sido suficiente para frenar la sangría de goles recibidos y lo peor de todo es que tanto el vestuario che como el propio Javi Gracia consideran que tres de los cuatro tantos han llegado por acciones fácilmente evitables.
Porque ante el Levante los dos golazos incontestables que marcó Morales llegaron precedidos de pérdidas en la salida de pelota de los valencianistas. Sin incidir en nombres propios, ante los granotas los blanquinegros mostraron debilidad para sacar el balón jugado y encajaron dos goles a ojos del vestuario evitables y corregibles.
Así lo hizo el equipo y Gracia frente al Celta en la segunda jornada, donde tras unos primeros minutos empleando a Kondogbia como pivote para mover el cuero, una pérdida y una advertencia de los locales llevaron al equipo a comenzar a jugar en largo y buscar la salida de balón o bien mediante los laterales o bien con Maxi Gómez para así reducir los riesgos.
Sin embargo, no hace falta analizar como de evitable fue el gol de Aspas –polémicas con el fuera de juego aparte-, Gayà lo dejó claro en la entrevista post partido: "No puede ser que Nolito se vaya de cuatro rivales y no le paremos". Porque a pesar de que la jugada del celeste fue soberbia, se podría haber frenado con una falta táctica en el centro del campo.
Solución Guillamón
Con esa mentalidad autocrítica para corregir los fallos, pero a su vez motivadora al ser sabedores los futbolistas de donde está el error, el Huesca visitará Mestalla el fin de semana. Los de Míchel habitúan a ejercer presión sobre el rival para recuperar el esférico, situación en las que los che sufren. No obstante, para esta jornada estará Hugo Guillamón, el joven central valencianista cuya gran virtud es su habilidad para sacar el balón jugado y mostrar frialdad ante la presión.
Si bien es cierto que la pareja Guillamón-Diakhaby debutará esta temporada y Gracia sigue esperando un central, no se puede esconder el dato que de los últimos diez partidos el Valencia solo ha dejado la portería a cero una vez, curiosamente la única ocasión de esos diez duelos en los que ha formado dicha pareja de centrales.