MANCHESTER CITY 2 - BOURNEMOUTH 1
El City gana en el debut de una de sus joyas: Liam Delap
Los de Guardiola sufrieron más de la cuenta. El técnico introdujo un once lleno de promesas. Ferran fue titular. Eric García, en la rampa de salida, también.
En los últimos cuatro días, los que separan el primer partido de liga del encuentro de esta noche, sólo ha habido un nombre en la afición del Manchester City. Con la lesión del Kun Agüero y la necesidad de dar descanso a Gabriel Jesus, único delantero disponible en la plantilla, todos los ojos estaban puestos en un canterano. En uno que se ha ganado el reconocimiento en el único año que lleva en el club y que el año pasado goleaba con los juveniles. Para recibir al Bournemouth en Copa de la Liga, Pep Guardiola no lo dudó: Liam Delap, titular.
Sólo tardó 18 minutos en marcar. Si el apellido le resulta familiar, no se sorprenda. Es él. Sí, es el hijo de Rory, ex futbolista del Stoke, famoso por sus potentes saques de banda en el equipo de Tony Pulis. Su hijo, de sólo 17 años, entrena desde hace meses con la primera plantilla del Manchester City mientras juega los partidos con el filial, a pesar de que nació en el año 2003. Su potencia, corpulencia y capacidad goleadora fueron argumentos suficientes para poder debutar a las órdenes de Guardiola. En el primer desmarque que tiró hacia el área, Foden lo vio al espacio, le puso el balón en carrera y Delap lo mandó a la escuadra con la izquierda.
El técnico catalán alineó un once muy joven que también incluía a Harwood-Bellis (18 años), Eric García (19 años), Adriá Bernabé (19 años), Tommy Doyle (18 años)... o dos más de una edad similar, pero ya consagrados: Phil Foden (20 años) y Ferran Torres (20 años), en su primera titularidad con los 'citizens', al igual que el guardameta Zach Steffen. La mala noticia llegó en el primer tiempo, cuando Bernabé tuvo que ser sustituido en camilla por una lesión en la pierna: siete puntos de sutura a la altura de la tibia.
Tras el empate del Bournemouth, obra de Surridge, el Manchester City volvió a hacerse cargo de la pelota. Pero no fue hasta el tramo final del partido cuando logró el tanto de la victoria. Para entonces, Guardiola ya había hecho uso de su comodín: metió a De Bruyne y Sterling desde el banquillo. Aunque quien desniveló la balanza fue Foden, que en sólo dos partidos de esta temporada ya acumula un gol y dos asistencias. La semana que viene, el Burnley espera en Turf Moor.