El primer ministro neerlandés manda a callar a los hinchas de fútbol
Mark Rutte, gobernante de los Países Bajos, recrimina a los seguidores que presenciaron la segunda jornada de la Eredivisie, en el que se escucharon gritos, silbidos y cánticos.
El primer ministro neerlandés Mark Rutte criticó este lunes a los aficionados de fútbol que, durante el pasado fin de semana, no cumplieron con la recomendación de evitar cánticos y gritos en los estadios de fútbol. Los seguidores "tienen que callarse cuando estén allí y ver el partido, nada más", dijo el mandatario al canal de televisión "RTL Nieuws".
"Es algo muy estúpido, no tenemos el virus bajo control. Las infecciones están aumentando nuevamente a día de hoy", añadió.
El pasado fin de semana, cientos de aficionados holandeses se saltaron la recomendación de no gritar ni cantar en los estadios, para evitar la propagación del coronavirus.
El encuentro más polémico fue el Feyenoord-Twente (1-1), en el que se pudieron escuchar numerosos gritos, silbidos e incluso algunos cánticos. Se notaron especialmente a partir del minuto 29 de la primera parte, cuando Steven Berghuis puso las tablas en el marcador con un gol de penalti.
El club salió al paso de las críticas y un portavoz, Raymond Salomon, dijo al diario "Algemeen Dagblad" que "debemos preguntarnos si se puede eliminar por completo estas formas de emoción alrededor de un partido".
No obstante, indicó que va a investigar con las autoridades locales qué pasos se pueden tomar para evitar que esos incidentes vuelvan a repetirse.
El actual protocolo de la Real Federación Neerlandesa (KNVB en neerlandés) para evitar la propagación del coronavirus permite que se ocupe aproximadamente un 25% del aforo de los estadios, aunque no hace obligatorio el uso de las mascarillas.
El pasado junio, el primer ministro Rutte pidió a los hinchas que utilicen una bocina y susurren "¡Hurra!" cuando sus equipos marquen un gol, pero esta recomendación no se hizo obligatoria en el protocolo de la KNVB.
Casi 13.000 aficionados acudieron al encuentro del Feyenoord, cuyo estadio tiene una capacidad para más de 51.000 personas, por lo que el club cumplió en un principio con las restricciones de aforo.
Países Bajos registra en las últimas semanas un aumento significativo de infecciones por COVID-19. El índice de reproducción o factor R se situaba la semana pasada en 1,38 y solo el pasado viernes se registraron unos 2.000 contagios.
La mayor subida se ha dado en Amsterdam, la capital, y Róterdam, cuyo club de fútbol más importante es el Feyenoord.