Vinicius va como un tiro. El brasileño arrancó la pretemporada blanca desde el primer día, al no acudir con su selección durante el parón internacional (los jugadores no europeos estaban exentos) y la opinión general en el Real Madrid coincide en que Vini ha llegado en forma y está mejorando ese estado día a día. Su primer objetivo está claro y lo tiene al alcance de la mano: arrancar la temporada oficial el próximo domingo, en Anoeta ante la Real Sociedad, como titular.
Sin Hazard, vía libre Es la oportunidad de Vinicius, difícilmente tendrá una mejor o más clara en los meses siguientes. Zidane nunca se ha mostrado como un gran apasionado del brasileño, aunque tampoco es uno de sus detractores: el curso pasado le dio más de 1.800 minutos, un 39,6% del total de minutos disputados por el Real Madrid. Para el técnico francés, Vinicius ha sido sobre todo un revulsivo desde el banquillo y una alternativa para refrescar el once titular en momentos concretos. El problema del brasileño está en la figura de Hazard, como el propio Zizou reconoció: "Lo que hay que pensar, es que a lo mejor el año pasado no estaba Hazard. Ahora está Hazard en su sitio...".
Está claro: en cuanto Vinicius y Hazard se encuentren en condiciones, el belga tiene ventaja. Las opciones del brasileño pasan por cambiar de banda (una alternativa que no termina de gustar a Zidane) o en que sea Hazard el que se desplace (al final del pasado curso jugó algún partido de mediapunta). Pero en este inicio de la Liga 2020-21 Vinicius ya sabe que Hazard no estará en Anoeta para pelearle el puesto; el belga se ha incorporado tarde a la pretemporada tras acudir a la convocatoria de su selección , sigue con ciertas molestias en el tobillo derecho y desde que apareció se está centrando en trabajar en el gimnasio para fortalecer ese tobillo y para recuperar la forma tras un verano en el que ha vuelto a dejarse ir físicamente, como ya hizo el pasado.
Vinicius y la tarea del gol El lunes, Hazard volvió a ejercitarse en el gimnasio y en el Real Madrid han preparado un plan específico para que el belga se ponga a tono, aunque para ello harán falta tres-cuatro semanas, vía libre para que Vinicius comience a acumular méritos, empezando por Anoeta. La principal misión de Vini pasa ahora por convencer a Zidane de que puede y debe disfrutar de más oportunidades; el regate y el desborde ya es bien sabido que lo tiene, necesita mejorar la definición, ser más concreto. El curso pasado cerró la temporada con cinco goles y cuatro asistencias, un bagaje escaso para un delantero del Real Madrid que rozó los 2.000 minutos.