Capdevila descuelga las botas
A sus 42 años, jugó unos minutos con el Tàrrega ante el Terrassa en el homenaje que su localidad natal le brindaba una década después de conquistar el Mundial.
Con 39 años, tras unos meses jugando por placer en el Santa Coloma andorrano, se retiró del fútbol en 2017 Joan Capdevila, quien se desempeña desde hace 12 meses en el departamento de relaciones institucionales del Espanyol, el club de sus amores. Sin embargo, y aunque fuera durante unos minutos, el lateral de la eterna sonrisa decidía este domingo, a sus 42 años, calzarse de nuevo las botas.
Sucedía en el campo de fútbol que lleva su nombre completo, Joan Capdevila Méndez, en su localidad natal, Tàrrega, cuyo club le homenajeaba por la década que se cumple desde que su vecino más ilustre (ahora, junto al jugador de baloncesto Pierre Oriola) conquistara la Copa del Mundo, en 2010 en Sudáfrica. En el XXIII Trofeu Ciutat de Tàrrega, que medía a los anfitriones, de Primera Catalana, con el Terrassa, de Tercera División, el lateral zurdo de aquella Selección española que tocó el cielo pudo recorrer de nuevo la banda, con el dorsal ‘11’ a la espalda, e incluso lanzar con peligro una falta directa desde la frontal, antes de ser sustituido.
Fue entonces cuando se procedió a los homenajes. Y, a diferencia de lo que ocurre en el fútbol profesional, no estuvo solo Capdevila, sino que hubo público en la grada, mientras le entregaban una placa conmemorativa entre la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan Vallverdú, el concejal de deportes, Silveri Caro, y Gerard Caro, presidente de la UE Tàrrega, que difundía algunas de las imágenes de esta jornada festiva a través de la red social Instagram. Una fugaz pero emotiva vuelta al fútbol en activo (el resultado final, por cierto, fue un 3-4 para los egarenses) de un jugador que hace diez años hizo historia.