Las Palmas
De la Bella, cedido al Cartagena
Se marcha hasta el final de la presente liga, cuando expira su contrato con Las Palmas. Viene de ser el segundo jugador con más minutos el curso pasado.
Una de las cacareadas bajas de la Unión Deportiva para la presente temporada se hizo oficial esta misma noche cuando el club anunció la salida de Alberto De la Bella. El defensa catalán de 34 años (Santa Coloma de Gramanet, 2-12-1985) se marcha cedido al Cartagena, recién ascendido a Segunda División.
El contrato de préstamo que vincula a De la Bella con su nuevo club expira al final de este curso, justo cuando finaliza la vinculación de este lateral izquierdo con Las Palmas, entidad a la que llegó hace dos veranos. El club se ahorra así una de las fichas más gravosas de la plantilla, en cualquier caso acorde con el rendimiento ofrecido.
“No entra en nuestros planes de rejuvenecer la plantilla”, aseveraba en rueda de prensa Miguel Ángel Ramírez, presidente de Las Palmas, hace unas semanas. Sin embargo, De la Bella fue uno de los fijos desde con Pepe Mel desde que el entrenador madrileño aterrizara en Gran Canaria en la primavera de 2019. “Es una decisión del club, no mía”, ha deslizado visiblemente molesto el entrenador madrileño al vestuario amarillo. Con los números en la mano, la continuidad del zaguero parecía indiscutible. Así, durante la temporada pasada, solo Pedri y Ruiz de Galarreta, con 36 y 33, jugaron más partidos que él, que lo hizo en 32. Con 2.737, fue además el segundo futbolista del plantel con más minutos jugados, únicamente superado por el propio Pedri, que acumuló 2.833.
Emotiva despedida.
De la Bella se despidió de Las Palmas de una manera muy emotiva a través de sus perfiles en redes sociales. “Todas mis palabras son de agradecimiento y emoción”, asegura. Reconoce además que “ha sido un verdadero placer formar parte de la UD Las Palmas, portar el brazalete de capitán, ser parte de un vestuario muy grande, un club con unos trabajadores que me han facilitado en todo momento mi estancia en un lugar maravilloso, la isla de Gran Canaria”.
Reconoce que se marcha con pensar por no haber conseguido el ascenso a Primera, su “objetivo fundamental”, y sentencia que todo lo que se lleva “es bueno”. En el vestuario lo llegaron a definir como “un cacho de pan”. Ahora lo disfrutará la caseta del Cartagena.