La plantilla se gradúa en ascensos
Los cuatro fichajes de Rufete ya saben lo que es subir a Primera: Vicente Moreno, Óscar Gil, Fran Mérida y Miguelón. El director deportiva destaca exta experiencia.
"Son dos jugadores que vivieron un ascenso", apuntó Rufete, director general deportivo, en la presentación de Miguelón, cuando definió las diferencias con Óscar Gil. Un ejemplo de la nueva política de incorporaciones para esta temporada en ascenso. Ellos dos, junto al técnico Vicente Moreno y Fran Mérida, ya saben lo que es vivir toda una temporada con la presión de estar en la zona alta y finalmente conseguir el objetivo. A esa energía positiva y experiencia se aferra también el nuevo Espanyol, ya graduado en ascensos.
Vicente Moreno ha repetido desde el primer día palabras como "exigencia", y nunca ha escondido, sin presión, cuál es verdadero objetivo del Espanyol. Es consciente del técnico de que es mejor asumirlo desde el primer día, a diferencia de los proyectos con el Nàstic (cuando se quedó a las puertas del ascenso) y Mallorca. Con ambos clubes llegó de ascender de Segunda B, por lo que otro ascenso más no era el gran objetivo del curso como si lo es ahora con el Espanyol.
Miguelón y Óscar Gil vivieron el curso pasado dos situaciones idénticas, pero transitaron por distintos caminos. Mientras el lateral del conjunto oscense quedó campeón y subió de manera directa, como equipo más regular del campeonato, siempre en los puestos de cabeza; el lateral del Elche, en cambio, vivió un tobogán emocional durante todo el curso. De hacer la goma a meterse en el playoff, con la incertidumbre del Deportivo-Fuenlabrada que les pudo dejar fuera. Y, después, sin el factor campo, logró el ascenso con los de José Rojo Pacheta en el minuto 95 del último encuentro ante el Girona.
Ya han pasado más años del ascenso de Fran Mérida, con un Osasuna que también fue dominador de la categoría de principio a fin. Lo mismo han vivido otros cuatro jugadores de la primer plantilla. Adrián Embarba y Raúl de Tomás ascendieron con el Rayo Vallecano (y fueron determinantes), Oier Olazábal lo hizo con el Levante y, por último, Fernando Calero con un Valladolid cuyo camino fue similar al del Elche: Sergio González, otro perico, rescató a los castellanos de la zona media, les metió sextos en el playoff y ascendieron a Primera.
Siete jugadores y el entrenador han vivido esta experiencia. A la espera de configurar la plantilla, el número de futbolistas que se han manejado emocionalmente en estas situaciones de presión será notorio. El Espanyol se gradúa en ascensos.