Desayuno con diamantes para el Espanyol
Festín de los de Vicente Moreno ante un Almería con dos semanas menos de entrenamiento. RdT se estrenó con gol y Darder hizo el tanto de la mañana.
A las 10:00 de un sábado, como si se tratara de un partido entre alevines, el Espanyol siguió con su crecimiento en esta pretemporada a una semana del inicio de LaLiga SmartBank ante un Almería con menos ritmo, que no comenzará el curso hasta el día 26. Fue un desayuno con diamantes para los de Vicente Moreno, de nuevo sólidos y constantes, siempre al mismo ritmo, con pilas Duracell. La delicatessen de RdT, el golazo de Darder y los de Campuzano y Wu Lei son vitaminas. El desánimo del descenso se ha evaporado en un mes con Vicente Moreno.
La incursión de Raúl de Tomás era la novedad y el atractivo de un Espanyol que se encontró en la primera parte con más dificultades que ante el Málaga. El Almería cuenta con los 25 millones frescos que ha pagado el Benfica por Darwin Nuñez para reforzarse, por lo que será uno de los rivales del Espanyol por el ascenso, aunque como es lógico pagó la falta de rodaje en este amistoso disputado en la Quinta de Marbella.
Debido a esa exigencia, el Espanyol halló en la primera parte contratiempos, tanto en la presión en campo contrario como en la salida de balón. Sin un dominador claro, el partido fue un intercambio de golpes. Embarba lo probó de falta en el minuto 11, en un tiro desviado por Tarrés, que también le adivinó la intención en otro remate desde la frontal en el 26’. Entre medio, el equipo perico había cometido dos errores infantiles. Una pérdida de Mérida que Appiah, muy versátil, lanzó lejos de la meta de Oier y otro error en el pase de Calero que Villalba, con toda la portería, optó por la potencia y lanzó por encima del larguero.
El Espanyol estuvo más desordenado en ataque, y cayó en numerosas ocasiones en la trampa del fuera de juego de una defensa almeriense más trabajada. Villalba estuvo más activo que Melendo, pero el perico, que lució el brazalete de capitán, fue de nuevo determinante. Una pérdida de balón suicida del Almería la convirtió el de Sant Adrià en un pase de gol a Raúl de Tomás, un diamante aunque jugase a un ritmo menor. Recortó a Maras y le envío un pase a la red, con la facilidad con la que un cadete le marca a un benjamín. Minutos antes, de zurda, estrelló un remate prodigioso al larguero después de un pase de Wu Lei.
Pero, después del descanso, todo cambió. El Almería apenas pisó el área perica, y el Espanyol fue un torbellino con Darder de mediapunta, y ya sin de Tomás. Le dio otro ritmo a la presión y tuvo más movilidad en ataque. Wu Lei remató de cabeza en el segundo palo un preciso centro de Miguelón. El balón tocó en el palo y fue a las manos del meta, pero en ese trayecto entró. Jugada de VAR sin VAR, que el árbitro dio gol.
En medio del festión perico, Darder marcó el gol de la mañana. Aprovechó otra pérdida del Almería y remató a portería de empeine interior desde más de 35 metros. Golpeo seco, duro, que cayó en parábola a la red. No se habían disputado ni 25 minutos de la segunda mitad cuando Campuzano, de fuerte tiro de zurda, marcó el 0-4.
El árbitro pito el final incluso antes del 90. Ambos equipos jugaban a dos velocidades pese al carrusel de cambios. En LaLiga será otra historia. Pero el Espanyol sigue demostrando que, por muchos motivos, es el rival a batir y el principal candidato al ascenso.