Ucrania derrota a Suiza y ya piensa en su visita a España

Ucrania ya piensa en España tras lograr imponerse, aunque con dificultades, a Suiza. No inquietó el dominio suizo en los primeros minutos y los intentos de Seferovic y Embolo por encontrar una grieta en el tejido defensivo de los hombres de Shevchenko. No renunciaron a su estilo de sacar el balón jugado y con pases cortos y al pie, aunque el cuerpo pidiera un zapatazo en largo al realizarlo en su propia área y con dos jugadores rivales encima. Los ucranianos son así de atrevidos. Y, ante tal situación, los suizos decidieron tomarse un descanso de cinco minutos en su constante, aunque ineficiente, asedio. Cosa que no desaprovecharon los ucranianos.

En su primera exploración más allá del centro del campo, los amarillos casi se adelantaron. Una doble ocasión de Malinovskyi, que se estrelló en el palo tras un disparo casi desde el balcón del área, y el posterior rechace que mandó Yarmolenko al lateral de la red, no fructiferaron. Sirvió como aviso, ya que no perdonarían en su segunda llegada. Yarmolenko, de nuevo, tras que Ucrania se gustase y se abriera más en el campo, paró el balón en el área pequeña y se giró para deleitar a los suyos con un taconazo que abrió el marcador.

Un revés para Suiza, que recuperó la iniciativa y el control, pero que le costó sudor y golpes rascar el empate.  Los visitantes recuperaron las vías de Seferovic y Embolo para tratar de hacer daño a sus anfitriones. El delantero del Benfica lo intentó desde la frontal una y otra vez, pero siempre se topaba con la defensa. Menos suerte tuvo desde el costado diestro el jugador del Gladbach. Sólo un tiro lejano y ajustado de Seferovic a la cepa del palo propició el empate. Pero Ucrania no volvió al error de encerrarse, y manteniendo esa salida de balón en corto, se atrevió a concederse alguna licencia y sorprender al rival con algún cambio de sentido o balón en profundidad. El intercambio de golpes se hizo patente en el campo y ahí aprovecharon los locales, que se llevaron la victoria gracias a un gol bombeado de Zinchenko, que dedicó mirando al cielo por todos los que ya no están.