Umtiti pasará este lunes en Barcelona la prueba de PCR tras superar el confinamiento
El central no acudió este domingo al tener permiso del club para someterse el lunes al test. Sin embargo, en el Barcelona alimentaron las dudas al asegurar que seguía confinado.
Samuel Umtiti se vio envuelto este domingo en una polémica, alimentada por la falta de información transmitida desde el club. El central francés no se presentó este domingo en la Ciutat Esportiva para someterse a las pruebas de PCR porque el jugador seguía confinado tras dar positivo de Covid-19 el pasado 14 de agosto, según explicó el propio club. Sin embargo, una información de la cadena COPE hizo saltar todas las alarmas, ya que aseguraba que varios testigos habían visto al internacional galo en la terminal de vuelos privados. Si era cierto que el club creía que estaba aún en confinamiento y que el jugador había sido visto en el aeropuerto de Barcelona esa misma tarde, todo apuntaba que se estaba produciendo un claro desajuste entre lo que decía la entidad y la realidad de la situación del francés.
Puestos en contacto con el entorno de Umtiti, quisieron desmentir categóricamente que el jugador siguiera estando en confinamiento, subrayando que tenía permiso del club para hacerse las pruebas PCR un día más tarde -acudirá el lunes a primera hora- con el fin de poder entrar en dinámica del grupo lo antes posible.
Hay que recordar que Umtiti lleva dos meses sin entrenarse con el grupo y fuera de la dinámica de entrenamientos. Se le ha vuelto a realizar una terapia de células madre para regenerar el cartílago de su rodilla izquierda, pero nadie en el club confía en un éxito pleno en esta práctica, que ya ha utilizado en otras ocasiones el central. A este ya de por sí precario estado, se le agravó un positivo en coronavirus hace dos semanas que le obligó al confinamiento inmediato.
Umtiti es uno de los jugadores con los que Ronald Koeman no cuenta en su proyecto. El problema es que no hay ninguna oferta sobre la mesa por el jugador: nadie está dispuesto a pagar los 12 millones de ficha anual que cobra en el Barcelona y aún menos por un jugador que arrastra una degeneración articular que le impide jugar con regularidad.