Jorge Molina, se acaba el héroe, empieza la leyenda
El Getafe anunció el adiós de Jorge Molina tras cuatro temporadas de azulón, donde se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia del club.
Un 24 de junio de 2016 se formalizó uno de de los acuerdos más importantes de la historia reciente del Getafe. Jorge Molina, un mes y poco más después de participar en una derrota que condenó a los azulones al descenso a Segunda División, fue anunciado como nuevo jugador del 'Geta'. Cambió el verde y blanco del Real Betis para enfundarse el mono azulón de trabajo, para formar parte de la plantilla que devolvería al conjunto de la capital del sur de de Madrid a la categoría de oro del fútbol español.
Llegó con 34 años, una edad a la que muchos ya lo consideraban una ocasión para el retiro. Nada más lejos de la realidad. Más pronto que tarde, el delantero de Alcoy empezó a despachar todas esas dudas con un grandioso rendimiento futbolístico. En parte, 'al César lo que es del César', a raíz de la llegada de José Bordalás. Con el entrenador alicantino, el equipo resucitó, saliendo de los puestos de descenso a Segunda B, yendo in crescendo en la clasificación hasta alcanzar los puestos de Playoff. ¿Resultado? Ascenso a Primera. Sus números fueron, cuanto menos, espectaculares: 22 goles, dos de ellos claves en las semifinales de la promoción contra el Huesca, y 6 asistencias. Además del magnífico tridente que armó junto a Portillo y Pacheco.
Con el retorno del Getafe a Primera, Molina encontró un nuevo acompañante en su viaje: Ángel Rodríguez. Un delantero que no tuvo suerte en sus anteriores etapas en la máxima división, y que, al lado del '19', iba a ver como sus cifras anotadoras aumentarían sobremanera. Fue tal el ataque coral que formaron ambos que, sumados al buen hacer del resto del equipo, dispararon a los de Bordalás hacia la lucha por los puestos europes. Finalmente, se quedaron a las puertas, pero Molina cerró el curso con unos registros de 7 goles y 5 asistencias, que, sumados a las de Ángel (13 tantos), son 20 el total, la mitad las dianas azulonas en aquella campaña 2017-18.
El equipo seguía creciendo. Ese mismo verano firmaron a nuevo delantero: Jaime Mata, quien venía de marcar la friolera de 35 goles en Segunda con el Real Valladolid. Pese a ello, Molina seguía fijo en su puesto de titular, por lo que pasaron a formar la famosa M&M (tanto dentro como fuera del campo), intercalando minutos con un Ángel que ya iba convirtiéndose en esa figura de refresco que tantos puntos daría de forma postrera. Así, el 'Geta' pasó a ser la envidia de gran parte de los equipos de Primera, teniendo un tridente de lo más goleador, algo que se suele pagar muy caro y es clave para mantener, sobre todo, la categoría.
El junte de los tres junto a, de nuevo, el brillante nivel del resto del armazón edificado por Bordalás (Arambarri, Maksimovic, Djené, Soria y compañía), no podía desembocar en otra cosa que el mejor año de la historia del Getafe: 5º con 59 puntos, quedándose fuera de la plaza de Champions League en la penúltima jornada, pero obteniendo el tercer billete europeo azulón tras los de la época de Schuter (luego Laudrup) y Míchel. Y es que el curso de Jorge Molina, a nivel de números, fue el mejor. 14 goles (más otros dos en Copa) y 5 asistencias. Él, junto a Ángel (8) y Mata (14), aglutinaron, como no podía ser de otra manera, gran parte de los tantos del 'Geta'.
Y, como no, su última campaña defendiendo la elástica azulona sería viajando por el Viejo Continente. Premio más que merecido para el esfuerzo y la perseverancia para el futbolista de Alcoy que, a sus 38 años, era prácticamente imposible vaticinar el hecho de poder jugar en el Johan Cruyff Arena para eliminar a un todopoderoso Ajax, quien fuese semifinalista de la pasada edición de la Champions League. O rozar los cuartos de final tras caer apeados por un simple 2-0 contra el finalista Inter. Siempre quedará ese sabor agridulce por el estallido de la pandemia por coronavirus, el cual provocó, por un lado, el frenazo de un Getafe que iba lanzado y, por ende, cayó en picado tras el postparón (fuera de puestos europeos), Pero, sobre todo, porque la afición no pueda brindar a Jorge Molina la ovación que verdaderamente se merece, la que, algún día, recibirá cuando se vuelvan a cruzar.
Porque, paradójicamente, otro día 24, en esta ocasión de agosto de 2020, se anuncia su adiós de la entidad azulona. Getafe y Jorge Molina separan sus caminos después de cuatro temporadas para el recuerdo, pero no sus vidas. Brazos en alto en forma horizontal y dedos pulgar e índice en forma de 'o', porque ese número '19' siempre recordará a su nombre.